Una frase anónima de la antigua Grecia dice “el que desconoce su historia camina como un ignorante hacia el futuro” esta frase en la actualidad sigue siendo aplicable, pero no únicamente al contexto universal, si no en este caso, al contexto musical, en todos los principales diarios vemos día a día el acercamiento entre estados unidos y cuba, países con ideologías políticas y sociales totalmente opuestas, cuyas realidades económicas, están por demás mencionarlas, donde cada acontecimiento entre ellos es resaltado, como debe ser, como algo histórico.
Pero estar viviendo esta historia contemporánea nos hace reflexionar y rememorar un hecho histórico de mayor envergadura, el fin de la guerra fría, un enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo e incluso deportivo, iniciado al finalizar la Segunda Guerra Mundial y que se prolongó hasta la disolución de la Unión Soviética, entre los bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos, y el oriental-comunista liderado por la Unión Soviética.
Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la complejidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos, que se comprometieron, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX.
En 1991 tras la caída del muro de Berlin, dicha guerra estaba llegando a su fin, dos superpotencias, dos culturas totalmente opuestas, finalmente se abrían y se encontraban una con la otra, pero que acontecimiento determinaba la similitudes entre ellas y sellaría la unión entre estas, que más si no un concierto de rock, el festival “Monsters of Rock” pautaba una fecha de presentación en el Aeródromo de Tushino, Moscú URSS. Algo sencillamente sin precedentes en aquella zona del mundo.
Situémonos en la perspectiva exacta del momento, Mijaíl Gorbachov presidente del país, apenas un par de semanas atrás, sufría un golpe de estado, tanques en la calle y revueltas contra los golpistas. El golpe fracasa y tras varios intentos de suspender el concierto y bajo unas intensas y frenéticas medidas de seguridad, en ese aeródromo, se reúnen más de 2.000.000 de personas, para escuchar a los monstruos del rock: AC/ DC, Metallica y Pantera.
Como era de esperarse, las tensiones políticas y generales se trasladaron al aeródromo, los ánimos estaban más que caldeados, la música, las letras explosivas, los recientes disturbios y la excesiva presencia de efectivos militares, eran el caldo de cultivo perfecto para que estallara la violencia….. y la violencia estallo, durante la presentación de la banda telonera rusa EST, diversas revueltas entre el público asistente originaron represiones brutales por parte de los militares, lo que llevo en par de ocasiones a detener la presentación, las autoridades rusas querían cancelar el concierto, finalmente los organizadores tuvieron que hablar al público y tratar de calmar los ánimos, se daría una nueva oportunidad a la música.
En este vídeo se puede ver parte de presentación de la banda telonera rusa EST y los fuertes enfrentamientos entre las fuerzas militares y la multitud presente.
Deciden poner en escena a Pantera, banda que se encontraba en plena creación de “Vulgar Display of Power”, pero decidieron hacer un alto a la grabación y decir presente en el evento, la banda llego con días previos a la capital soviética, pasearon por las calles de Moscú e interactuaron con los locales, todo fue grabado por las cámaras personales de los miembros de la banda, quienes entre otras anécdotas filmaron las precarias condiciones que tuvieron que pasar en las inmediaciones del aeródromo, como dormir en carpas y adaptarse a la comida local, cosa que supieron llevar de la mejor manera. Una vez en el escenario la presentación fue brutal, tocan con gran energía y la receptividad fue total, al final de la presentación se ve a un Phil Anselmo extenuado, viendo fijamente a la multitud, casi sin voz decir “This is fucking unbelievable”.
Por problemas técnicos en el aeródromo, la próxima banda en presentarse se retrasó, comenzaron nuevamente los brotes de violencia, vuelve a aparecer el fantasma de la cancelación, pero Lars Ulrich reúne al grupo y les dice “Come on guys is our fucking time” comienza a sonar por los parlantes “Ecstasy of Gold” el legendario intro de la banda, Metallica entra en escena, la reacción de los presentes es uno de los momentos más emblemáticos de la historia del rock, no solo el público enloqueció, militares dejaron de lado armamento y uniformes y se dejaron llevar por el sonido arrollador del grupo, durante toda la presentación se ve a los miembros de la banda correr de un lado para el otro del escenario, inspirados por la energía que provenía de la multitud, entregando la mejor presentación que podían brindar, al final del concierto Jason Newsted, bajista de la banda, comenta que un efectivo ruso de más de 2.00 metros de altura lo toma por el pecho, esperando lo peor, hasta que finalmente el militar, en un muy rudimentario inglés, le dice “where have you been, we’ve been waiting for you a lifetime”, James Hetfield muchos años después comentaría que sería difícil de superar las emociones vividas durante esa presentación.
Este vídeo describe perfectamente lo que se vivió en el concierto, la multitud entregada, olvidando todo lo que se había vivido, los problemas quedaron atrás y una banda ofreciendo lo mejor de sí, en donde solo la música fue la protagonista.
Finalmente, como cereza al pastel, cerraría la jornada AC/DC, por las muy precarias condiciones en las que se llevó el concierto, existe muy poco material sobre ello, ya que se desarrolló en su totalidad entrada la noche y existía poca iluminación, abrirían el concierto con For Those About to Rock (We Salute You), nombre que le darían a un documental que se realizó posteriormente del concierto.
Ubicar la posición del concierto, en una escala de los más legendarios de la historia del rock, podría herir susceptibilidades, pero por el contexto en el que se realizó, las barreras políticas e ideológicas que derribaron y finalmente unir 2 culturas a través de la música, para muchos expertos y fanáticos del género, lo posicionan junto a Woodstock 69, quizás con mucho menos publicidad, pero el 28 de Septiembre de 1991 es la fecha en que un concierto de rock fue sinónimo de cambio, la música transformó aquel día gris, austero y sombrío, en luz, destellos, fuego, pasión, ruido ensordecedor que removía conciencias, que hacía aflorar sentimientos de progreso y de libertad, sencillamente un concierto que se tiene prohibido olvidar.
H/T – Youtube