La isla Hashima, o Gunkanjima, se encuentra cerca del litoral Japonés y conserva un carácter demoledor al ser víctima del tiempo, la sal, y el clima, por lo que muchos lugareños y turistas, la llaman la “Isla Fantasma de Hashima”.
Dedicada a la extracción de carbón, en su época, hospedaba unas 5.300 personas, aun cuando su capacidad máxima era de 3.460 habitantes. Esta isla poseía todas las facilidades e infraestructura para conservar una vida agradable a sus habitantes, entre otras cosas, contaba con parques infantiles, zonas residenciales, gimnasio, cines, bares, restaurantes, tiendas, hospital, peluquerías, escuelas, un templo budista, e incluso una casa de citas.
Sin embargo, alrededor de 1.300 trabajadores murieron por varias razones, algunos por accidentes laborales, otros por enfermedades, otros por cansancio y desnutrición, otros sencillamente optaron por saltar al mar en el intento de llegar a la costa de Japón en vano.
La prosperidad no duró mucho, ya que para el año 1974, se realizó una ceremonia en la cual se anunciaba el cierre definitivo de la mina.
Fuente: Chris Luckhardt