Diana Kim, una fotógrafa de Corea del Sur que llevaba más de 25 años sin ver a su padre, se reencontró con él mientras documentaba la vida de los indigentes en las calles de Honolulu.
«Me acerqué a él sintiendo una sensación de incertidumbre, pero encontré el coraje para tocar su hombro y llamarlo. Él no me oyó. No me pudo oír», afirma Kim en una entrevista.
Afligido por una esquizofrenia severa, el hombre no respondía a las preguntas de su hija, y en su lugar discutía intensamente con el espacio vacío frente a él. Cuando Kim quiso ofrecerle tratamiento médico o un techo, este se negó.
No obstante, Diana seguía visitándolo en la calle donde vivía, hasta que tiempo después, el hombre sufrió un ataque cardíaco y fue encontrado tumbado boca abajo en la acera. Alguien llamó a la policía, y el padre de Kim fue trasladado al hospital.
Afortunadamente, luego de dos años el hombre se recuperó notablemente, comenzó a tener una vida normal y ahora convive frecuentemente con su hija.
«Él tiene metas, tiene esperanza, tiene la voluntad para tener éxito», dice Kim.
H/T – sdpnoticias.com