Todos tenemos cosas en común, podría ser el gusto por el cine, la música, la lectura, la televisión, sin importar nuestro genero favorito, podemos decir fácilmente algunas canciones que nos encantan o películas que podemos ver 10 veces más, a pesar de las críticas del entorno.

Pero cada una de ellas a tenido en la historia una época dorada, a pesar que saldrán muchos a relucir el concepto Orwelliano de que cada generación defenderá que su época fue mejor que la anterior y que indudablemente la siguiente, en la cual ya se encuentra, jamás será como a la que el perteneció, se puede apreciar muy bien este fenómeno en la fabulosa película de Woody Allen “Media noche en Paris”. La historia ha definido como épocas doradas de cada una de ellas en el pasado, algunas de estas más lejanas de los que nos gustaría aceptar.

Pongamos algunos ejemplos, Hollywood ha definido como su edad de oro del Cine, aquella comprendida entre 1910 y 1960, fue la época donde era fundamental basarse en el principio de la continuidad o la edición de «invisible» de estilo. Es decir, la cámara y la grabación de sonido no deberían llamar la atención sobre sí mismos. En esa época no habían dos películas exactamente iguales, se innovo en todos los aspectos cinematográficos posibles y se crearon las bases para que el 90% de las películas que salen al mercado actualmente, se copien de estos, grandes obras maestras como Lo que el Viento se Llevo, Citizen Ken, Casablanca, El Mago de Oz, Cantando Bajo la lLuvia, Psicosis,  por solo nombrar algunas, fueron realizadas por esos años. Todos tendremos listas de grandes obras de arte fuera de esta época, pero recordemos que existen subgéneros que viven o vivieron sus mejores momentos en diferentes épocas.

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Hablemos de la música, territorio minado y susceptible para algunos, como miembro de la generación “Y” me encantaría poder decir que los 90’s fue la mejor, pero claramente fue el principio del comercionalismo que se vive hoy en día y el declive de la música generacional que trasciende décadas. Pero ¿Cual fue la época dorada de la música? La mayoría coincide en que los 60’s se lleva tan preciado galardón, dejando de lado el fanatismo, solo con hablar de Elvis, The Beatles, Black Sabbath, Jimi Hendrix, The Who, Led Zeppelín, sabremos que ellos son los padres de todo lo que se escucha hoy en día (con letra), aunque este servidor extendería un poco mas esos años para nombrar el inicio de los 70’s para incluir a una que otra banda de la talla de The Ramones (padres del punk) y AC / DC.

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Pero retomando el tópico de la idea del post,  y dejando claro que hay tema para el debate en cuanto al cine y la música para otras publicaciones, esta claro que en casi la totalidad de los que leemos estas palabras, ninguno pudo vivir las épocas doradas de cosas que realmente nos gusta, ¿Suena triste no?, pero tan desafortunados hemos sido de vivir en este tiempo, pues no, quizás sin saberlo, nos encontramos en una verdadera y reconocida época dorada, las Series de Televisión….

Todo comenzó en 1999, gracias a nuestros muy queridos amigos de HBO, se estreno la serie que cambio todo, Los Sopranos, si creemos que no existiría vida después de la “muerte” de Jon Snow, no pueden imaginar lo que causo el final de tan prodigiosa serie. Luego de este éxito, las cadenas Americanas pasaron de estrenar 23 series por año a 180 en 2014, dicha cifra aumentaría al sumar las producciones de los canales en abierto y las generadas por los nuevos jugadores que se están sumando a esta ecuación (Netflix, Amazon, Hulu…). La industria de la producción de series vive su momento áureo en la conocida como tercera edad dorada de la televisión. La primera en cuanto a Series se refiere.

Se ha evolucionado en el concepto de simples series cómicas de entretenimiento, a complejas tramas elaboradas, historias que nos transportan a un pasado que existió o un mundo mágico que solo en sueños imaginábamos. Se reinventaron series del tipo detectivesco, aburridas y monótonas, a una serie de culto como True Detective (primera temporada), nos hemos adentrado en la opulenta, sucia e intrigante política con House of Cards, nos han explotado las neuronas tratando de entender Lost y The Leftovers, nos volvimos químicos con Breaking Bad y hemos soñado con pertenecer a una casa en Westeros con Games of Thrones, cuando creemos que ya se han tocado casi todos los tópicos posibles aparece Mr. Robot para recordarnos ser más precavidos con estos comentarios. La lista es interminable, pasando por las de superhéroes, las de comedia, ficción, mini-series, documentales, animadas y muchas otras.

Son tantas y de tanta calidad que muy bien lo decía un critico estadounidense “Esta burbuja seriéfila iba a equiparar la afición por las series al mercado de los libros. Es imposible que nos leamos todos los libros buenos que se editan, y cada vez será más complicado que todos hayamos visto las mismas series, pero eso también puede beneficiar la conversación sobre ellas” de igual manera comentaba Diana López, co-guionista del documental Explosión de series “El público de series se ha vuelto cada vez más exigente. ya no vale cualquier cosa, tienen más libertad de elección pero también son más fanáticos y mejor informados sobre sus títulos favoritos y cada vez se extiende más la adicción a las series, el público consume muchísima más cultura audiovisual de calidad que hace unos años”.

De lo que si estamos seguros, es que nos hemos perdido vivir grandes momentos de nuestros pasatiempos favoritos, pero podemos decirles con mucho respeto a esas épocas lejanas, mientras calentamos las cotufas, You Know Nothing

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