El dictador cubano Fidel Castro falleció a los 90 años de edad la noche del viernes 25 de noviembre, según informó su hermano, el presidente Raúl Castro, en una alocución en la televisión estatal.
«Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz», indicó Raúl Castro visiblemente emocionado y agregó que sus restos serán cremados según su «voluntad expresa».
Fidel, quien cumplió 90 años el pasado 13 de agosto, se encontraba en estado delicado de salud desde hacía años, cuando cedió las riendas de Cuba a su hermano Raúl. La muerte se produjo en su residencia particular.
Debido a su delicado estado de salud, desde 2008 el régimen cubano había regulado a cuentagotas sus apariciones en fotografías oficiales, acompañado la mayoría de las veces de algún presidente extranjero.
La última vez que se le vio a Fidel Castro en un acto público fue el pasado 13 de agosto, con motivo de su 90 cumpleaños en un acto en el teatro Karl Marx de La Habana.
Con su muerte se fue el último líder de las revoluciones del siglo XX, un protagonista de la Guerra Fría que -en 47 años de gobierno- lo convirtió en el más perdurable jefe de Estado del mundo.
El anticastrismo en el exterior, conformado por unos 600 mil cubanos radicados sobre todo en Miami, define a la isla como un infierno de represión, con un partido único y corrupto, asolada por la censura y la paranoia oficial ante el disenso, las fronteras cerradas de adentro hacia fuera y sanguinarias purgas de opositores, con cientos de «balseros» que cada año arriesgan su vida huyendo de la ruina económica, y con cárceles desbordantes de disidentes.
Según el último informe de Amnistía Internacional, hay unos 70 prisioneros de conciencia en la isla, y Human Rights Watch eleva su número a más de 300.
H/T – InfoBae