Investigadores aseguran haber encontrado los restos de un buque, el cual tuvo un papel crucial en el bombardeo a Hiroshima antes de ser hundido.
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Unos investigadores estadounidenses aseguran haber hallado los restos del buque de guerra USS Indianapolis, el cual tuvo una importante participación en el bombardeo a Hiroshima antes de ser hundido por torpedos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Un hecho trascendental, ya que su hundimiento sigue siendo la mayor pérdida de la Armada de Estados Unidos en altamar, además, que el destino de sus tripulantes es una de las historias más horribles de la guerra en el Pacífico. Pues, de los que iban a bordo murieron casi 900 personas, muchos de ellos, atacados por tiburones; mientras que solo sobrevivieron 316.
Incluso, en el pasar de los años, numerosos libros y películas han relatado el desastre del barco y su papel al llevar componentes clave de la bomba atómica conocida como “Little Boy”, a la isla de Tinian, lugar donde despegó el Enola Gay con el fin de bombardear Hiroshima en agosto de 1945.
El equipo de expedición de la firma Research Vessel Petrel, propiedad de Paul Allen, cofundador de Microsoft, declara que los restos del buque están en el lecho del norte del océano Pacífico, a más de 5,500 metros debajo de la superficie (18,000 pies), informó el sábado la Armada estadounidense.
«Ser capaces de rendir honor a los hombres valientes del USS Indianapolis y sus familias a través del descubrimiento de un barco que tuvo un importante papel para poner fin a la Segunda Guerra Mundial es verdaderamente aleccionador», dijo Allen en un comunicado.
Cabe destacar que el Indianapolis, con 1,996 marinos y marines a bordo, navegaba el Mar de Filipinas entre Guam y el Golfo Leyte cuando un submarino japonés lo torpedeó justo después de la medianoche el 30 de julio de 1945. Se hundió en 12 minutos y murieron unos 300. Los sobrevivientes quedaron a la deriva en el agua, muchos de ellos solo con chalecos salvavidas.
Además, es algo impactante porque no hubo tiempo de mandar señal de alerta por lo que pasaron cuatro días hasta que un bombardero que hacía un recorrido de rutina avistó a los sobrevivientes en el agua. Para cuando llegaron los socorristas, una combinación de insolación, deshidratación, ahogamiento y constantes ataques de tiburones habían reducido a una cuarta parte la tripulación original.
La Armada informó que el equipo expedicionario a bordo del R/V Petrel estuvo integrado por 13 personas y que cumplió con la ley de que el buque no debe tocarse, debido a que el barco sigue siendo propiedad militar, su ubicación es confidencial y está restringida, agregó la Marina.
H/T – El Nuevo Día