La traviesa mascota devoraba a escondidas de sus dueños, los chupones del bebé de la familia hasta que fue inminente el descubrimiento tras una operación de estómago.
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Un hecho insólito llegó a la prensa local de Oklahoma, cuando un veterinario compartió la historia sobre la cirugía que le tuvo que realizar a un perro para removerle un total de 21 chupones de su estómago.
El veterinario, quien ejerce su labor en las instalaciones del hospital veterinario Gentle Care, en Edmond, dijo que tenía que compartir la historia porque «esta fue la cirugía más fascinante y emocionante que he hecho».
Resulta que recientemente, una pareja de la comunidad, tuvo un bebé. Conforme pasaba el tiempo, comenzaron a preguntarse qué estaba pasando con todos los chupetes de su hijo, pues parecía que siempre desaparecían de la nada, sin dejar rasgo alguno.
Un día, la abuela del infante vio al perro del hogar, Dovey, saltar sobre el mostrador y salir con uno de los chupones corriendo.
Así que la pareja le dijo al veterinario que Dovey había ralentizado su alimentación y había estado vomitando un poco de flema durante varios días, pero aparte de eso, dijeron que el perro parecía estar bien y que no habían notado ningún otro cambio.
Un día, cuando Dovey vomitó un chupón, la pareja decidió que era hora de llevar al perro a tomar una radiografía.
A juzgar por los rayos X, el veterinario local creía que había entre 7 y 9 chupones en el estómago del perro. Sin embargo, durante la cirugía, el veterinario encontró 21 chupetes dentro del órgano de la mascota.
Por fortuna, el veterinario dice que Dovey está muy bien ahora y que ya ha sido dado de alta para volver a su casa.
«¡El perro comerá cualquier cosa, en cualquier momento y a cualquier edad, así que siempre estará mirando!» comentó el médico con alegría a una cadena de televisión local.
H/T – Debate