Se llama Miquela y en Instagram es conocida bajo el usuario @lilmiquela. Esta influencer tiene 21 años y suma más de 600.000 seguidores en la red social.
En su perfil de Instagram se la puede ver haciendo gala de una alimentación saludable, en fiestas o comidas rodeada de amigos en Los Ángeles, asistiendo a exposiciones en galerías de arte y hasta luciendo lo último en moda. El problema es que no es humana.
Sí, así como lees… ella no es real.
Hace un tiempo, se confirmó que estábamos ante un personaje ficticio que iba a iniciar una carrera artística como si se tratase de un humano real. Fue así como en agosto de 2017, Miquela se convirtió en una artista musical con contrato y lanzó su primer single, Not Mine, en Spotify.
Miquela con el tiempo fue evolucionando y ya actúa como toda una ‘influencer’ en las redes sociales. Ha multiplicado su legión de fans, conocidos como ‘miquelites’ y hoy ya se habla de ella como la favorita para muchas marcas y diseñadores de moda para promocionar sus productos.
Según publica The Guardian, es la ‘influencer’ del futuro y, en cuanto a moda se refiere, Miquela está cambiando los cánones de belleza hipersexualizados de muchas de sus competidoras de carne y hueso.
Este peculiar personaje ya ha sido «contratado» para grandes eventos, como la que protagonizó recientemente en la semana de la moda de Milán, donde Prada se ayudó de ella para promocionar una serie de GIFs sobre la prestigiosa firma de moda.
Tanto la industria de la música y como de la moda ya han puesto sus ojos en una joven generada por ordenador que está marcando tendencias y el experimento parece que está funcionando.
H/T – 20minutos.es