Investigadores se están pensando reevaluar la evolución tras haber confirmado que homínido que subía a los árboles es el ancestro del ser humano; se trata de los restos encontrados en Sudáfrica, pertenecientes a un joven y una mujer, que vivían hace menos de 2 millones de años.
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Australopithecus sediba, un especie de homínidos, que caminó de pie pero aún se subía a los árboles hace menos de 2 millones de años, tiene una relación evolutiva cercana con el género Homo, que representa una especie de puente entre los humanos primitivos y sus predecesores, según un nuevo estudio de los restos, descubiertos por primera vez hace más de 10 años.
Se trata de dos esqueletos parciales: un joven nombrado ‘Malapa Hominin 1’ (MH1) y una mujer adulta, ‘Malapa Hominin 2’ (MH2), que fueron encontrados por el paleoantropólogo Lee Berger y sus colegas en el 2008 en el yacimiento de Malapa en la ‘Cuna de la Humanidad’ (Sudáfrica). Desde el descubrimiento de los esqueletos, los investigadores han estado reuniéndolos.
El nuevo estudio presenta los resultados de este trabajo y contiene un análisis de 135 fósiles, incluidos, entre otras cosas, cráneo, tórax, pelvis, extremidades superiores e inferiores, así como las proporciones de su cuerpo y la mecánica de la marcha.
«Las anatomías que estamos viendo en Australopithecus sediba nos obligan a reevaluar el camino por el cual nos convertimos en humanos», declaró uno de los coautores del hallazgo, Jeremy DeSilva.
Además, los científicos creen que los australopithecus sediba, que se adaptaron al bipedismo, pasaban mucho tiempo trepando a los árboles, «quizás para buscar comida y protegerse de los depredadores».
Asimismo, los investigadores sostienen que este homínido es de hecho una especie única, distinta tanto de Auralopithecus africanus, con la que comparte una proximidad geográfica cercana, como de los primeros miembros del género Homo (por ejemplo, Homo habilis) en África Oriental y Sudáfrica. Sin embargo, también comparte características con ambos grupos, lo que sugiere una relación evolutiva cercana.
«Nuestros hallazgos desafían la tradicional visión lineal de la evolución», concluyó DeSilva.
H/T – RT