El pequeño padece de una enfermedad rara que lo hace mover involuntariamente las piernas, la cara y manos y se cura con dos tazas de café al día.
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Dos tazas de café diarias se ha convertido en el remedio para una rara enfermedad que padece un niño de 11 años, la cual hasta el momento no tiene tratamiento.
El padecimiento es conocido como disquinesia, que genera movimientos incotrolados a quien la sufre. El tratamiento para la rara enfermedad fue encontrado por médicos franceces y fue relatado por la revista ‘Anales de Medicina Interna’.
La enfermedad está relacionada con el gen ADCY5 y genera movimientos anormales en los brazos, piernas y rostro. El neurólogo Emmanuel Flamand-Roze explicó a la agencia AFP que el paciente «no podía andar en bici ni volver a casa caminando de la escuela, dado que una crisis podía acontecer en cualquier momento».
El número de casos exactos en el mundo no se conocen ya que es considerada una enfermedad rara y tampoco se conoce tratamiento para remediarla.
Los síntomas del menor desaparecieron casi por completo cuando se le recetaron dos tazas de café expresso al día, tras esto se dio a conocer que los síntomas habían desaparecido casi por completo.
Los padres comprobaron la efectividad del tratamiento cuando suministraron por error una bebida sin cafeína al menor y los síntomas regresaron.
Desde el punto de vista científico, este efecto del café se explica con el hecho de que la cafeína reduce la actividad excesiva de la proteína ADCY5, que controla los movimientos. Por lo tanto, los médicos aconsejan la bebida a los pacientes que sufren esta enfermedad, «incluso si se trata de un bebé», señaló Emmanuel Flamand-Roze.
Realizaron lo que científicamente se denomina «un ensaya de doble ciego», que permite comparar la eficacia de un medicamento con un placebo sin que ni el paciente ni el administrador del tratamiento sepan cuál de los dos se está suministrando
Los médicos le prescribieron café:
«Hace varios años que lo recetamos, porque otros pacientes aseguraron que les daba resultado contra estos movimientos.
Aunque dar café a un niño puede parecer incongruente, sus padres, originarios de Madagascar, donde esta bebida se utiliza para combatir algunos males, aceptaron en seguida.
La eficacia del café se explica por el hecho de que la cafeína se fija en receptores relacionados con la proteína ADCY5. Esta está muy presente en una región profunda del cerebro que controla los movimientos.
«En esta enfermedad, la proteína funciona demasiado y la cafeína reduce su actividad», explica el doctor.
El café solo funciona no obstante para este tipo específico de disquinesia.
H/T – Debate