Científicos logran captar imágenes únicas y marcar por primera vez en aguas profundas una especie de tiburón que quedó casi intacta desde el Jurásico. Los científicos marinos esperan que con su reciente logro puedan saber más sobre su movimiento y comportamiento.
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Científicos estadounidenses han logrado captar imágenes únicas y marcar por primera vez para el futuro rastreo en su hábitat a una cañabota gris o tiburón de peinetas (Hexanchus griseus), que no ha tenido casi ningún cambio evolutivo durante 200 millones de años y cuyo estilo de vida sigue siendo un misterio, informó la página web de la misión científica OceanX la semana pasada.
Anteriormente, los oceanólogos los marcaban tras sacarlos a la superficie. No obstante, esa acción puede desorientar y desintegrar a los tiburones, que prefieren las aguas más oscuras de hasta 2.500 metros de profundidad, por lo que los datos recopilados posteriormente pueden no ser una representación real de sus movimientos normales, explicaron los científicos.
La cañabota gris es considerada por los biólogos una verdadera maravilla, ya que a diferencia de sus parientes más evolucionados, que tienen cinco branquias, estos tienen seis y la especie permanece casi intacta desde la era del Jurásico. Se trata de un tiburón grande, que crece hasta los 8 metros de longitud, con un cuerpo ancho y ojos verdes luminosos, que sobrevive al cazar presas vivas y alimentarse de los cadáveres caídos al lecho marino.
Este junio un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.) realizó un viaje a las Bahamas a bordo del barco de investigación OceanX Alucia para sumergirse a las profundidades marinas y tratar de hacer algo que nunca antes se había logrado: marcar a un tiburón en su propio hábitat.
Tras sumergirse a cientos de metros frente a la costa de cabo Eleuthera, el equipo de biólogos marinos atrajo con cebo a varios especímenes. En la primera noche de la misión de una semana, el sábado 29 de junio, los investigadores captaron imágenes únicas de una hembra claramente visible con las luces del sumergible mientras daba vueltas, removiendo limo en el lecho marino y olfateando el barco. Y en la cuarta noche finalmente lograron marcar a un macho grande tras dispararle un dispositivo especial integrado con GPS.
«Esto es histórico por una variedad de razones. Ahora que hemos comprobado que este método puede funcionar para la cañabota, podemos desbloquear el mundo de los habitantes de aguas profundas del leviatán y obtener información importante sobre su movimiento y comportamiento», dice el informe de los científicos.
H/T – Periodistadigital