El árbol quillay contiene las saponinas QS7 y QS21, que son adecuadas como adyuvante, uno de los dos elementos constituyentes de la vacuna contra el coronavirus
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La compañía chilena de biotecnología Desert King ha descubierto que el árbol mapuche quillay contiene dos sustancias que podrían servir para elaborar una vacuna contra el coronavirus, informó este viernes el canal Deutsche Welle (DW).
Esta empresa ha desarrollado un proceso para extraer las sustancias activas de la corteza y la madera del Quillaja saponaria —también conocido como ‘árbol de la corteza de jabón’—, secarlas y luego convertirlas en un polvo que venden a la sucursal británica de la firma estadounidense Novavax.
«La vacuna consta de dos elementos: el antígeno y el llamado adyuvante», explicó a DW el director general de Desert King, Andrés González. «El antígeno activa el sistema inmunitario y el adyuvante es el portador del antígeno, que lo introduce en las células, que también estimula la respuesta inmunológica», añadió.
Los científicos analizaron los casi 50 tipos diferentes de saponinas de este árbol e identificaron dos sustancias que son adecuadas como adyuvantes, la QS7 y la QS21, lo que podría suponer un avance en la carrera por el desarrollo de una vacuna efectiva contra la nueva enfermedad.
«Ya estamos produciendo saponinas de quillay QS7 y QS21 en cantidades industriales para Novavax», aseguró González sin dar una cifra exacta. Asimismo, dijo que cree que la farmacéutica podría empezar a producir dosis de la posible vacuna en cuanto terminen las pruebas de fase III, esto es, a principios de 2021.
Los indígenas mapuches ya conocía desde el siglo XVII el efecto curativo de la corteza y las flores del quillay, que crece hasta 20 metros de altura. De hecho, emplean sus flores para hacer una infusión que toman como medicina para tratar las dolencias reumáticas.
También utilizan el extracto de corteza de este árbol como expectorante para las enfermedades respiratorias y contra las afecciones estomacales. Asimismo, usan la corteza para elaborar champú natural, cerveza y otras bebidas.
«Búhos, zorros y serpientes encuentran en nuestras plantaciones de quillay un hábitat natural», explica González, subrayando que «todos ellos son depredadores naturales de roedores como ratones o ratas, transmisores del hantavirus». El director de la compañía advierte, asimismo, que el árbol se ha visto afectado en los últimos años por las sequías registradas en Chile.
H/T – Conlagentenoticias