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Años atrás, el médico sostuvo la teoría de que en el atentado hubo un segundo tirador; sin embargo, tras pasar por el Ejército y ampliar sus conocimientos de balística, el especialista descartó esta hipótesis.
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Un médico que estuvo presente en la sala de emergencias del hospital Parkland Memorial, donde fue trasladado el expresidente de EE.UU., John F. Kennedy (JFK), tras recibir varios impactos de bala mientras realizaba una visita política por el estado de Texas, reveló nuevos detalles de su muerte a MedPage Today.
Se trata del cardiólogo Joe Goldstrich, quien en aquellos momentos tenía 25 años y cumplía una rotación de su residencia en el área de neurocirugía, a cargo del doctor Kemp Clark. No obstante, su posición le permitió ser “la persona más joven que participó activamente en los esfuerzos de reanimación” del exmandatario.
Ahora, a sus 82 años, Goldstrich recuerda que el 22 de noviembre de 1963, el equipo de Clark fue convocado a emergencias alrededor de mediodía. Abandonó su almuerzo y salió corriendo hacia el área de cirugía. “Entré en la sala de emergencias al mismo tiempo que JFK entraba en una camilla”, comentó.
Posteriormente, el doctor colaboró para mover al expresidente de la camilla a la mesa de tratamiento y luego lo desnudó. Asimismo, mencionó que a los pocos minutos, varios especialistas estaban en el lugar para tratar de salvar la vida del exmandatario.
“¿Qué estás haciendo?”
Mientras el director de la sala de emergencias, Charlie Baxter, estaba haciendo compresiones cardíacas de tórax al paciente, el doctor Clark habría entrado al lugar y al ver la herida en la cabeza, exclamó: “Dios mío, Charlie, ¿qué estás haciendo? Tiene el cerebro en el suelo”.
Según Goldstrich, las palabras del galeno se quedaron grabadas en su memoria al igual que la reacción de la ex primera dama Jacqueline Kennedy Onassis, quien estaba junto a su esposo. “Jackie estaba en ‘shock’, como un ciervo frente a los faros de un coche. Se sorprendió de que alguien hablara con tanta franqueza sobre lo que estaba pasando”, agregó.
Al respecto, el doctor manifestó que ese es “otro momento” que “lamentablemente” está grabado en su mente de “forma indeleble”. Con estos antecedentes, Goldstrich considera “con toda probabilidad”, JFK ya estaba muerto cuando llegó al hospital.
Por otra parte, el cardiólogo había sugerido muchos años atrás que el expresidente pudo haber recibido un disparo en la garganta desde el frente, arrojando la posibilidad de un segundo tirador. Sin embargo, aclaró que en ese entonces no sabía nada sobre balística y heridas de entrada y salida.
No obstante, la experiencia en el Ejército en 1965 le ayudó a perfeccionar su conocimiento y más adelante se dio cuenta de que “sería imposible” que alguien disparara a Kennedy simultáneamente con su asesino, quien atacó por detrás al exmandatario. “Fue entonces cuando cambié de opinión. Aunque, nadie lo sabrá con certeza”, concluyó Goldstrich.
H/T – Prensaobjetiva