Un empresario suizo inaugurará próximamente sucursales en Ginebra y Londres de un café en donde te harán sexo oral.
La idea, originada por un empresario suizo, consiste en un local exclusivo para hombres donde bellas mujeres les practiquen sexo oral. Sin embargo, no lo considera un prostíbulo, ni un privado, sino un café, es decir, mientras el cliente bebe su cappuccino, una mujer hará su trabajo.
Este proyecto ya puede considerarse una realidad, pues el Fellatio Café tiene fecha de apertura el 5 de diciembre en Ginebra, mientras que, Bradley Charvet, su impulsor, está buscando local para llevar su idea a Londres, donde ya encendió la alarma de las autoridades.
“Tomar tu café mientras te relaja una maravillosa anfitriona no es un sueño”, anuncia el sitio web del Fellatio Cafe. Y explica los tres pilares del negocio: “Un buen café: seleccionado por expertos. Corto o largo, cappuccino o ristretto, a tu gusto. Una fellatio: para acompañar tú café, ¿qué mejor que una indulgencia practicada por “desnatadoras” profesionales? Y, la cuenta, por favor: por la modesta suma de 60 libras, estás listo para un buen día de trabajo”.
En estos locales no se venderán alcohol, pero sí pastelería y sándwiches; además, la carta del bar, que estará disponible en iPad, permitirá elegir al mismo tiempo el café y la señorita que lo acompañará.
Mientras tanto, Charvet asegura que su proyecto no es sexista y que están planeando un servicio para las consumidoras femeninas: “No se preocupen, damas, nosotros también creemos en su disfrute”.
Pero, por otro lado, la llegada del Fellatio Café ha desatado posiciones encontradas en Ginebra: “Estoy a favor del libre comercio. Hay que ser inventivo para reconvertir hoy nuestros cafés. Ya sabes lo que va a pasar en este, después de todo es como los clubes swinger”, le dijo a un diario local Helena Rigotti, la dueña de un bar del casco antiguo de la ciudad, donde se ubicará el nuevo emprendimiento.
Sin embargo, el consejero municipal Jean-Charles Lathion fue crítico: “¡Es de mal gusto! Especialmente en esta área, donde los comerciantes luchan por sobrevivir y reinventar sus marcas. Sólo va a disuadir a otros”.
Mientras que en Londres, donde planean instalarse en la zona de Paddington, también hay críticas, pues según algunos medios, el Ayuntamiento de Westminster no estaría dispuesto a darle la habitación.
H/T – clarin