La policía alemana se encuentra investigando un caso de “acoso” en Dortmund, una ciudad en la parte oeste del país. Fueron llamados por el abogado Guido Grolle, que afirma que ha recibido más de 100 pizzas en las últimas tres semanas. De hecho, a Grolle le gusta la pizza, pero no le gusta cuando no la ha pedido.
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Según el abogado, la pesadilla de las pizzas, a veces, compieza cuando está en la ducha en la mañana y recibe un correo electrónico informándole que recibirá su pizza para la hora de comer. Un día, recibió 15 pizzas. “Es muy irritante”, comentó Grolle. “Ya ni puedo trabajar”.
Pero lo peor de todo es que Grolle no sabe quién está detrás del acoso. No cree que puede ser un cliente enfadado o alguien rival, incluso, hay teorías de que posiblemente sea un robot que esté pidiendo pizzas para él o un problema informático. No obstante, Grolle ha pedido que analicen su ordenador, y no tiene ningún problema.
Según el periódico alemán Ruhr Nachrichten, Grolle no ha tenido que pagar ninguna de las pizzas. Por lo tanto, el periódico declara que las pizzerías son las víctimas, debido a que no están recibiendo pago por su producto. El periódico afirma que es ilegal realizar acciones que afecten a otros y que perjudiquen seriamente su forma de vivir. Esto incluye realizar pedidos de objetos o servicios en el nombre de otra persona.
Cabe señalar que las personas que cometen lo anterior pueden ser castigados con una multa o un sentencia de prisión de hasta 3 años.
Últimamente, el comportamiento del responsable ha cambiado. Ahora le está mandando a Grolle sushi, salchichas y comida griega.
H/T – Gizmodo