La observación de un planeta que se encuentra a 700 años luz de la Tierra permitió que un equipo internacional de científicos detectara grandes cantidades de agua en su atmósfera.
Se trata de WASP-39b, un exoplaneta del tamaño de Saturno y que fue estudiado gracias a los telescopios espaciales Spitzer y Hubble.
Este exoplaneta se encuentra en la constelación de Virgo. Gira alrededor de una estrella similar al Sol una vez cada cuatro días y es clasificado como un “Saturno caliente”, pues tiene un sistema de anillos y una temperatura que ronda los 750 grados centígrados.
El descubrimiento fue hecho por un equipo de científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Estados Unidos), que han conseguido capturar el espectro más completo de la atmósfera de este exoplaneta.
Gracias a esto, los astrónomos podrán estudiar los procesos que se suceden durante la formación de los planetas, algo que continúa siendo un misterio en la actualidad.
Los expertos creen que el WASP-39b debió formarse muy lejos de la estrella que orbita, donde recibió el bombardeo de material que contenía pedazos de hielo, para luego continuar su camino a zonas mucho más internas de su propio sistema estelar.
«Tenemos que mirar mucho más hacia el exterior para lograr comprender nuestro propio Sistema Solar», comenta Hannah Wakeford, del Instituto de Ciencia de Telescopios Espaciales en Baltimore, Estados Unidos. «Así hemos descubierto que los exoplanetas nos muestran que la formación es mucho más completa de lo que pensábamos».
H/T – ElComercio