Por primera vez, confirman la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, tras la aparición de un agujero negro supermasivo.
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Un equipo de científicos presenció cómo una estrella pasó velozmente por un agujero negro, logrando iluminar uno de los lugares más misteriosos del universo, el interior de un agujero negro.
Luego de 26 años de observaciones en un entorno deslumbrante, una estrella denominada S2 en órbita alrededor de este objeto hizo su pase más cercano, comportándose tal como predice la teoría de la relatividad.
De acuerdo a esta teoría de Relatividad de Einstein, la luz de las estrellas se extiende en longitudes de onda más largas a causa del campo gravitacional extremo de un agujero negro, y la estrella se volvería más roja. Este efecto se ha denominado como ‘gravitational red shift’, o desplazamiento gravitacional rojo.
‘Esta fue la primera vez que pudimos probar directamente la teoría de la relatividad general de Einstein cerca de un agujero negro supermasivo. En el momento de Einstein, no podía pensar ni soñar con lo que estamos mostrando hoy’, dijo Frank Eisenhauer, astrónomo principal del Max Planck Institute for Extraterrestrial Physics.
Para lograr este impresionante resultado científico un grupo de científicos del European Southern Observatory (ESO) empezaron a monitorear el centro de la Via Láctea utilizando el Vary Large Telescope hace 26 años, con el objetivo de poder observar el movimiento de las estrellas cerca de un agujero negro supermasivo.
Una observación bastante compleja teniendo en cuenta que un agujero negro se encuentra a 26.000 años luz de la Tierra y posee una órbita de 16 años, por lo que los investigadores sabían que la estrella volvería a acercarse al agujero negro dentro de 18 años.
Teniendo en cuenta las fallas que presentaban en las observaciones, fueron mejorando los instrumentos y así fue posible tomar medidas extremadamente precisas, logrando esta observación.
Se determinó que la velocidad orbital de la estrella aumentaba a más de 25 millones de kilómetros por hora mientras se acercaba más al agujero negro. Además, la longitud de onda de la estrella se extendía a medida que trataba de huir de la atracción gravitacional del agujero negro supermasivo, cambiando de color azul por el rojo.
Françoise Delplancke, jefa del departamento de Ingeniería de Sistemas en ESO, explica el significado de las observaciones: «Aquí, en el sistema solar, sólo podemos probar las leyes de la física ahora y bajo ciertas circunstancias. Por lo tanto, en astronomía, es muy importante comprobar que estas leyes también son válidas allí donde los campos gravitatorios son mucho más fuertes».
Por ahora, se continúan realizando observaciones y se espera poder confirmar muy pronto otro efecto relativista.
H/T – Colombia