Apple relentiza voluntariamente los modelos más antiguos de iPhone, con el fin, según explicó la empresa, de para proteger los aparatos.
La confesión del gigante tecnológico alimenta el debate sobre la obsolescencia programada de los dispositivos electrónicos. La revelación viene tras las quejas de varios usuarios, que afirman que su iPhone cada vez es más lento, y a algunos tests llevados a cabo por la prensa especializada.
Finalmente la firma de la manzana admitió que relentizaba voluntariamente las capacidades del teléfono con el fin de «prolongar su vida». «Las baterías de ion de litio son cada vez menos capaces de responder a los picos de actividad (cuando el usuario usa mucho su teléfono, por ejemplo), al frío, cuando la batería está débil o porque envejece, lo que puede acarrear la extinción imprevista del aparato, destinado a proteger sus componentes electrónicos», en particular el microprocesador, explica la empresa estadounidense que cada año saca un nuevo modelo de iPhone.
Es importante destacar que este tipo de batería equipa la mayoría de los aparatos electrónicos del mercado, no solamente el iPhone.
«El año pasado, sacamos una funcionalidad para el iPhone 6, el iPhone 6S y el iPhone SE destinada a suavizar esos picos (…) solo cuando es necesario, de forma que se pueda evitar que (el teléfono) se apague repentinamente», indicó la compañía en declaraciones citadas por la AFP.
Esto se traduce en la ralentización del smartphone en algunos momentos y la funcionalidad se extendió también al iPhone 7 y está incluida en la última versión del sistema operativo iOS 11.2.
Una solución posible es cambiar la batería. Apple lo hace gratuitamente si el aparato está en el periodo de garantía, pero la factura es de 79 dólares en caso contrario.
Algunos usuarios creen se trata de una estrategia para impulsar a los consumidores a que compren el último modelo, una práctica que se conoce como «obsolescencia programada».
H/T – Informe21