Mira como este adicto a la adrenalina no solo baja por la montaña a toda velocidad sino que además se dá el lujo de caer en picada y pasar entre los edificios.
En un momento pensamos que acabaría estrellándose en la piscina, pero sus impresionante habilidad en el control del aparato le permiten aterrizar suavemente en lo que parece un parque.
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