Ahora es muy común sacarse fotografías y revisarlas para ver cómo quedaron, si las dejamos o las volvemos a tomar; esto gracias a la tecnología que nos permite hacerlo de forma inmediata.
Así que, por ende, es mucho más fácil engañar a los ojos de quien ve una foto, ya que ésta dependerá del ángulo en que fue realizada la toma.
Esto lo demostró Constance Hall, quien es una bloguera australiana que compartió en su perfil de Facebook una doble foto suya. A raíz de eso, decenas de personas decidieron copiarla y demostraron lo fácil que es engañar con una foto, inclusive, sin tan siquiera optar por la aplicación de filtros (otra cosa muy de moda hoy en día).
El propósito que tuvo Constance Hall al realizar este experimento estético fue destacar la importancia del ángulo en que se ponga el teléfono para hacerse una selfie.
La estrategia de la bloguera fue subir a la red social una foto doble; en la primera aparece mucho más gruesa que en la otra, pero en realidad, lo único que cambia es la posición de la cámara.
El punto es que la imagen ya ha recibido casi 1.400 comentarios y ha generado alrededor de 56.000 reacciones. Pues, numerosas seguidoras, encantadas con la idea, decidieron también subir sus propias fotos para demostrar lo fácil que es engañar con una foto, en la que ni siquiera se llega a usar filtros.
Así que esta iniciativa también puede ser tomada con un reto, a ver ¿tú te atreves a subir dos fotos tuyas en las que demuestres un ángulo perfecto y otro que no te beneficie del todo?
H/T – 20minutos