Los investigadores, además aseguran que esa galaxia es el resultado de la fusión de dos constelaciones masivas.
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Un equipo de astrónomos ha observado por primera vez un masivo flujo de gas que se extiende por cientos de miles de años luz más allá de una galaxia. Los autores del estudio, publicado recientemente en la revista Nature, destacan que se trata de la primera evidencia directa del papel de los vientos galácticos en la creación del medio circungaláctico.
La galaxia en la que se observó ese fenómeno se llama ‘SDSS J211824.06 + 001729.4’, también conocida como ‘Makani’. Según Alison Coil, profesora en la Universidad de California en San Diego (EE.UU.), y una de las autoras principales del estudio, Makani no es una constelación típica y es el resultado de la fusión de dos galaxias masivas, «que se unieron debido a la atracción gravitatoria que cada una sentía a medida que se acercaban».
Tales fusiones a menudo conducen a una intensa formación de estrellas, y es posible que las nuevas estrellas fueran las que generaron los enormes flujos de gas, ya sea en vientos estelares o al final de sus ciclos de vida cuando explotaron como supernovas.
Los vientos galácticos alimentan el medio circungaláctico, las vastas nubes de gas que envuelven cúmulos estelares. Los astrónomos sabían sobre esos flujos de gas, pero solo en teoría, y han podido estudiarlo de cerca en Makani.
Valiéndose de datos obtenidos por el telescopio espacial Hubble de la NASA y dos observatorios terrestres, los responsables de este trabajo consiguieron mapear una región de oxígeno ionizado caliente que abarca 4.900 kilopársecs cuadrados, o aproximadamente 52.000 millones de años luz cuadrados, informa por su parte el portal ScienceAlert.
Además, detectaron que de Makani salían dos corrientes separadas que transportan gas enriquecido en metal a temperaturas de hasta 10.000 Kelvin. Una de las corrientes se formó hace unos 400 millones de años y el flujo se desplaza a una velocidad de hasta 1.400 kilómetros por segundo. Mientras que la segunda, se originó hace unos 7 millones de años, y sopla a una velocidad de hasta 2.100 kilómetros por segundo.
Los resultados de los análisis de los datos asimismo mostraron que Makani cuenta con una población de estrellas de diferentes edades, lo que hace pensar a los investigadores que esa galaxia podría contener un agujero negro supermasivo.
H/T – Actualidad