Bajo el nombre de Killa, que en idioma quechua significa luna, fue presentado el primer whisky boliviano a base de chicha, que concentra ingredientes de varias regiones del país y que se somete a un proceso de destilación novedoso que acelera su añejado.
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Se trata de una bebida con “identidad propia” de Bolivia, dijo en una rueda de prensa Fernando Marín, uno de los fundadores de Andean Culture Distillery, un emprendimiento que nació hace unos ocho años.
Algo particular de este licor está en que el macerado de chicha se obtiene de la colección de granos de maíz y malta de los valles y la región tropical boliviana.
Mientras que el destilado se realiza a más de 4.000 metros de altitud, en El Alto, la segunda ciudad más poblada de Bolivia.
“Al destilar a temperaturas más bajas cocinas de otra forma los granos y consigues otras notas de sabor”, señaló Marín.
El promotor del nuevo producto aseguró que la bebida tiene “características únicas” puesto que para el añejado se ha utilizado la madera de una especie de roble propio de la Chiquitanía boliviana, en el oriente del país, y que ha hecho posible que su “perfil de sabor” sea diferente.
“Las condiciones climáticas del altiplano nos permiten añejarlo en otro lapso del que se tiene acostumbrado”, manifestó al indicar que este whisky puede adquirir un punto adecuado en un periodo menor a los tres años.
El impulsor de esta propuesta aseguró que quien consuma Killa percibirá inicialmente aromas de vainilla y chocolate, pero una vez en la boca apreciará sensaciones “fuertes y secas” de canela, caramelo y almendra.
A juicio de Marín, este proceso es de “sofisticación” de la chicha, una bebida macerada natural de América, para presentarla al mercado masivamente de una forma exclusiva y selecta según criterios de calidad internacional.
Inicialmente, el producto será distribuido en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Sucre y Tarija, algunas de las regiones más importantes del país, para luego llegar a todos sus departamentos.
La botella de unos 750 mililitros tendrá un valor en el mercado boliviano de unos diecinueve dólares.
Marín también mencionó que el propósito es “llevar este producto al resto del mundo” y que también se proyecta que el whisky presente algunas variantes que contengan quinua, amaranto y cañahua, cereales propios de la región andina, ya que, consideró, harán de la bebida algo “muy atractivo”.
Killa fue presentado junto a Gustu, uno de los restaurantes más reconocidos de Suramérica que se caracteriza por promocionar los productos y los ingredientes bolivianos.
H/T – 800noticias