Un científico japonés desarrolló, por accidente, un nuevo tipo de vidrio que puede regenerarse amoldando los pedazos.

Aunque la tecnología todavía está lejos de llegar a la industria, el descubrimiento abre una puerta a la fabricación de un cristal más resistente que podría triplicar la vida útil de productos como las ventanas de los coches, los materiales de construcción, las peceras, los teléfonos e incluso los inodoros.

El químico de la Universidad de Tokio, Yu Yanagisawa, responsable del descubrimiento halló por casualidad este tipo de vidrio cuando investigaba adhesivos que pudieran ser usados en superficies mojadas.

En una demostración de laboratorio para la AFP, Yanagisawa rompió un cristal de muestra en dos piezas. Después juntó las dos mitad durante 30 segundos hasta que el cristal se autoregeneró, llegando a un estado similar a la forma que tenía antes de la ruptura.

Sin embargo, este descubrimiento no implica que en el corto plazo se puedan arreglar las grietas de un teléfono inteligente simplemente amoldando los pedazos.

Lo cierto es que este cristal, fabricado a partir de la combinación de un polímero y de una tiourea, es más cercano al acrílico que a los cristales minerales que utilizan, por ejemplo los teléfonos inteligentes.

 

H/T – AFP