Un descubrimiento llevado a cabo por científicos brasileños podría suponer una revolución en el mundo de la medicina mundial, pues, podría servir de antídoto contra la fiebre amarilla y el chikunguya, enfermedades transmitidas por mosquitos y que cada año matan a miles de personas en todo el mundo.
Te puede interesar: Bill Gates creará mosquitos ‘autodestructivos’ para vencer la malaria
El descubrimiento lo hicieron investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Sao Paulo (ICB-USP), que probaron que el uso del sofosbuvir, un fármaco que ya se usa en el tratamiento de la hepatitis C, sirve como antídoto contra la fiebre amarilla y el chikunguya, enfermedades transmitidas en Brasil por el mosquito Aedes aegypti.
En una rueda de prensa para presentar el descubrimiento, una de las investigadoras, Rafaela Milan, afirmó que «las células humanas infectadas por el virus de chikunguña fueron tratadas con sofosbuvir y el fármaco eliminó el virus sin dañar las células. La droga se mostró 11 veces más efectiva contra el virus que contra las células».
En los próximos dos años, se espera que haya una epidemia de chikunguña en Brasil, por lo que el descubrimiento puede ayudar a curar la enfermedad.
«El proceso para la obtención de un fármaco es extremamente lento y caro. El tiempo entre el inicio de la pesquisa y la disponibilización del producto en el mercado es de una media de 12 años. El coste es cercano a los 1.500 millones de dólares o más. El sofosbuvir es una droga que pasó por todo el proceso de aprobación para el uso humano. Esto posibilita que pueda ser utilizada contra el chikunguña en un máximo de tres años. El coste, estimado en unos 500 millones de dólares, será muy inferior», dijo el profesor responsable del estudio, Freitas Junior.
El investigador resaltó que «el sofosbuvir es un elemento concreto que puede convertirse en una herramienta poderosa para luchar contra este virus. Los resultados de nuestra investigación posibilitan que las instituciones eventualmente interesadas inicien los ensayos clínicos».
Junior recordó que el chikunguya es una enfermedad grave no apenas por el episodio en sí, que tiene efectos similares a los del dengue, pero sí porque deja como secuelas dolores articulares altamente debilitantes, que se extienden por meses o años, y que pueden eventualmente incapacitar la persona a ejercer su actividad profesional.
El chikunguya es uno de los virus que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, responsable también por la transmisión del dengue, el zika y la fiebre amarilla, y produce en su fase aguda síntomas similares a los del dengue, con dolores de cabeza y musculares, fiebre o náuseas.
El descubrimiento también es importante para la salud pública brasileña, ya que los investigadores apuntan que el país sudamericano sufrirá una epidemia del virus durante los próximos dos años, y cuyos efectos podrían ser reducidos y combatidos con el nuevo fármaco.
El chikunguya fue la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti más mortífera en Brasil en 2017, y para la que aún no hay una vacuna o medicamento específico aprobado. El año pasado, al menos 173 personas murieron víctimas de la enfermedad, superando las 141 por dengue y 2 por zika, también transmitidas por el mismo mosquito.
Por su parte, la fiebre amarilla mató a 261 personas en Brasil el año pasado. La enfermedad tiene una letalidad del 40 por ciento.
H/T – Xinhuanet