La singulares capacidades de la bacteria ‘Shewanella oneidensi’ podrían tener importantes usos en la industria biotecnológica y electrónica.
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Un grupo de científicos de la facultad USC Dornsife ha descubierto que los electrones que viajan a través de las proteínas entre las bacterias y las superficies sólidas fuera de la célula tienden a adoptar un espín cuántico particular, un hallazgo que podría abrir nuevos caminos a las futuras tecnologías electrónicas, informa la página web de esta institución que forma parte de la Universidad del Sur de California.
El espín (del inglés ‘spin’, girar) es una propiedad física de las partículas subatómicas por el cual tienen todas esas partículas tienen una cantidad de movimiento de rotación de valor fijo. De igual forma, los ‘cables’ proteicos que conectan una célula bacteriana a las superficies sólidas trasmiten los electrones de esta con un giro regular, sugiere el estudio, publicado en Journal of the American Chemical Society.
Esta capacidad podría tener implicaciones para el uso de bacterias en la industria de la biotecnología y en la creación de células de energía basadas en estos microorganismos, así como en tecnologías electrónicas como la computación cuántica.
El hallazgo se produce tras estudiar el singular comportamiento de la bacteria ‘Shewanella oneidensis’, un microbio cuya capacidad para ‘respirar’ transportando electrones a superficies sólidas ha intrigado a los científicos durante décadas.
Esta característica parece ayudar a la bacteria a sobrevivir en ambientes con poco o nada de oxígeno, como hábitats rocosos y metálicos en las profundidades subterráneas. expulsando los electrones en condiciones anaerobicas.
«A diferencia de la mayoría de los organismos, que pueden usar oxígeno como aceptor de electrones, estas bacterias transfieren los electrones a un mineral sólido o, como lo hacen en nuestro laboratorio, a electrodos que están fuera de la célula», explicó el ingeniero biomédico Sahand Pirbadian, de la Universidad del Sur de California.
H/T – RT