El convento había abierto hacía solo cuatro años y era un lugar para organizar retiros espirituales y para acoger bodas y bautizos.
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En la localidad italiana de Sansepolcro, en la región de la Toscana, hay un antiguo convento de los Padres Capuchinos que data del siglo XVII en un emplazamiento muy bucólico. El lugar había estado en desuso hasta que en 2015 se reformó para que una congregación de monjas benedictinas olivetanas quienes desde entonce han revitalizado el espacio y han impulsado el turismo religioso de la zona. Cuatro años en los que los vecinos se han mostrado muy satisfechos con el uso que se ha dado al convento; pero que ahora llegan a su f i n.
Según explican los medios italianos, el convento se ha visto obligado a echar el cierre. Esto no se debe a la ausencia de vocaciones, sino a un supuesto idilio romántico que la madre superiora del centro, María Teresa Saccente, mantuvo con un hombre de la zona. Al parecer, la relación duró un tiempo y fue interrumpida por la propia madre superiora. Pero esta ha terminado rompiendo sus votos y ha regresado al mundo laico.
“La gente llora por el cierre del monasterio y yo también lloro. Lo que estoy sufriendo me marcará para toda la vida y será difícil que en el futuro yo disponga todavía ganas de tener relación con la Iglesia”, explica Saccente a La Repubblica. “Han querido hacer ver que todo ha sido una historia de amor. Dejemos que lo digan. El caso es mucho más complicado de lo que parece”, comenta la ex superiora. Y es que no ha quedado claro si la renuncia ha sido una decisión suya o ha intervenido la Santa Sede, tal y como ha sugerido el obispo de Arezzo, Ricardo Fontana.
El caso es que tras la renuncia de Saccente, en el convento solo queda una monja octogenaria y dos jóvenes novicias, por lo que no dan abasto para seguir adelante con las labores del lugar. El convento se había convertido en un centro que se usaba no solo para retiros espirituales sino también para celebraciones como bodas y bautizos. Contaba con 19 camas y 20 bungalows. A juzgar por los comentarios de algunos usuarios en Google, el sitio estaba muy cuidado y limpio.
Los vecinos de Sansepolcro han lamentado lo sucedido. “Nunca se había visto semejante entusiasmo, porque el convento había renacido”, dice un vecino de la zona. “El pueblo echará de menos este lugar espiritual y su espacio de acogida”, dijo el alcalde de la localidad, Mauro Cornioli.
H/T – Lavanguardia