Y esta se convierte en una de las mejores noticias para los amantes del café, pues no hay sobremesa que se precie sin una buena taza de café; ahora tienen una razón poderosa para seguir tomándolo.
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La verdad es que el café es un estimulante natural por excelencia y es altamente consumido en el mundo occidental, sin embargo, sus efectos sobre la salud han sido controversiales desde la antigüedad.
Pues, a pesar de ser irresistible y adictivo para muchos, sobre el café pesa una leyenda negra por su contenido en cafeína, sustancia que puede producir insomnio, palpitaciones y problemas gástricos, pero ¿Quién se resiste a tomarse un sabroso café en el desayuno, después de la comida o al hacer un “break” en la actividad diaria?
Y es que más de ser una costumbre, las personas que toman café lo sienten como una necesidad para estimular sus sentidos, vencer la somnolencia, retrasar el cansancio y hacer vida social.
Lo cierto es que el café arrastra una polémica entre si es beneficioso o perjudicial para la salud, pero según un reciente estudio titulado “Aprendiendo sobre el café”, con moderación y en su justa medida, el consumo de esta bebida tiene más beneficios que efectos nocivos para la salud, pues el café calma, alivia y suaviza el dolor de cabeza.
Asimismo, tiene la capacidad de mejorar el asma y las alergias y, además, evita la formación de cálculos renales o piedras en los riñones.
Este estudio revela virtudes desconocidas para una gran parte de la población de una bebida predilecta en Europa y España.
De esta investigación se llega a la conclusión de que el consumo moderado de café es un hábito saludable. De hecho, cuentan con evidencias y análisis científicos sobre los efectos beneficiosos del café y, por contra, no se ha demostrado que tomar café en pequeñas dosis incremente el riesgo de sufrir osteoporosis, cáncer de mama o vejiga y alteraciones cardíacas.
El café además de levantar el ánimo de forma inmediata y de atenuar la intensidad del dolor de cabeza, también reduce la presión arterial, previene la depresión, disminuye el riesgo de muerte y puede aumentar el rendimiento deportivo. Pero no todo queda allí, pues también puede disminuir el riesgo de padecer diabetes, ictus, párkinson, alzhéimer, gota y otras patologías cardiovasculares y respiratorias.
H/T – Entérate de Algo
