Como cada año, con la llegada de la Navidad empiezan a sonar las pegajosas melodías llamadas villancicos que todos nos sabemos de memoria… ¿pero de dónde proviene esta tradición?
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La palabra “villancico” deriva de la denominación “villanos” que se daba en la Edad Media a los habitantes de las villas, para diferenciarlos de los nobles o hidalgos. En las villas, los villancicos eran canciones populares que nacieron como forma sencilla y rítmica de contar los acontecimientos importantes de la zona como amores o fallecimientos, y no tenían nada que ver con la religión, ni mucho menos con la Navidad pues se escuchaban frecuentemente durante todo el año.
Estas melodías consistían en unas breves canciones estróficas con estribillo cantadas por un solista, acompañado de algún instrumento.
Dada su estructura rítmica y pegadiza, hacia el siglo XVI, las autoridades eclesiásticas vieron en los villancicos un medio de divulgación, así que comenzaron a usarlos para contar historias religiosas -sobre todo centradas en el nacimiento de Jesús- abandonando así la temática cotidiana.
Estas canciones fueron adquiriendo una gran complejidad técnica, aumentándose el número de voces y acompañada de instrumentos más complejos como el arpa, el violón y el órgano.
Estas canciones se popularizaron rápidamente y se convirtieron en una práctica habitual en las iglesias, reseñó Culturizando.
H/T – Globovision
