Gracias a los horrores del terrorismo, las amenazas de bomba en aeropuertos son un tema delicado que pone en acción a todos las agencias de seguridad. Pero en esta oportunidad se trató de un pasajero «gracioso» que alarmó a todos los demás en pleno vuelo.
El avión en el que volaba el bromista tuvo que aterrizar por una falsa amenaza de bomba escondida en la red Wi-Fi.
La aerolínea Turkish Airlines tenía programado un vuelo desde Nairobi con destino a Estambul y como es costumbre los pasajeros pasaron por una exhaustiva revisión para descartar la posibilidad de que algún artefacto peligroso fuera transportado en el avión.
Cuando los pasajeros ya pudieron usar sus teléfonos celulares y otros dispositivos móviles, todo se salió de control en el momento en el que intentaron conectarse a alguna red de internet por medio de Wi-Fi, pues todos se dieron cuenta de que estaba disponible una llamada “Bomba a Bordo”.
Como sabrán, algunos dispositivos tienen la función de poder funcionar como router y crear una red de Internet a la que el usuario le asigna un nombre. Por lo que en cuestión de segundos todos los tripulantes y pasajeros del avión se convirtieron en sospechosos y potenciales terroristas.
Lo cierto es que el avión tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto internacional de Jartum, capital de Sudán. Al hacer la revisión de seguridad, afortunadamente no encontraron ningún objeto explosivo entre los pasajeros, tripulantes o en el propio avión. Luego de la exhaustiva revisión, el vuelo se reanudó normalmente.
Las autoridades suponen que el gracioso pasajero decidió cambiarle el nombre a la red para no meterse en problemas y hasta el momento permanece en el misterio el origen de esa tétrica red.
H/T – Informe21