Detrás de todas las coronas se esconden excentricidades, bien sea por el dinero, la fama, o por problemas orgánicos, estos aristócratas tienden a ser protagonistas de las narraciones más particulares a lo largo de la historia, el día de hoy te traemos a 8 monarcas que, si bien ostentaron su cargo, no lograron gobernarse ni a ellos mismos…
1) Juana I de Castilla
También conocida como Juana La Loca, viajó durante 3 años con el féretro de su difunto esposo, únicamente porque el pidió ser enterrado en Granada- España, y ella sólo viajaba de noche… El final de esta Reina, fue aún más triste, pues murió recluida en Tordesillas, con llagas por todo el cuerpo, pues se negaba a asearse o cambiarse de ropa.
2) George III de Inglaterra
Apodado El Rey Loco, también tuvo un final que hacía honor a su pseudónimo, y es que, pasó los últimos años de su vida encerrado en el Castillo de Windsor, persiguiendo mariposas, completamente desnudo, y manteniendo animadas charlas con patos, ocas, y uno que otro árbol que tuviera algo interesante que contar…
3) Charles VI de Francia
Conocido como El Rey de Cristal, ya que, bueno… El afirmaba estar hecho de este material; producto de esto, por mucho tiempo no permitió que le tocaran pues temía que le rompiesen, y cuando alguien accidentalmente lo hacía, el hombre daba gritos de pavor, pues lo podían ‘destrozar’.
Para prevenir cualquier accidente asociado con su particular condición, sus ropas estaban reforzadas para evitar cualquier contacto que pudiera dañarle, de igual forma, se cuenta que el monarca llegó a permanecer horas totalmente inmóvil en sus aposentos, y si se le preguntaba la razón, aludía estar hecho de vidrio y si se movía podría quebrarse.
4) Ludwig II de Bavaria
Este hombre ascendió al trono a los 19 años, aunque no por voluntad propia, ya que detestaba las responsabilidades que venían aunadas al cargo, es por esto que decidió refugiarse en la fantasía, y construir su propio mundo de ensueño. No, no es una metáfora, el hombre gastó la fortuna familiar en construir fortalezas y castillos hermosísimos, pero totalmente inútiles para la época, y dejaba completamente de lado sus demás obligaciones; cuando terminaba un proyecto, inmediatamente iniciaba otro, con un carácter obsesivo, que le llevó hasta la su ruina y la destitución de su cargo por alegatos de locura.
5) Erik XIV de Suecia
Tenía ideas paranoides muy marcadas, era común que quienes se rieran, tosieran, o se aclararan la garganta, fuesen ejecutados, ya que este Rey pensaba que las personas se reían de él, e incluso que planeaban su muerte… Este hombre por un tiempo llegó a creerse su hermano Johan III, a quien se le cedió el trono debido al estado mental tan frágil de Erik; sin embargo, dentro de su locura, había algo de verdad, puesto que este monarca murió envenenado, presuntamente, por su propio hermano.
6) Farouk de Egipto
Quien durante su juventud fue considerado como un galán, terminó siendo un obeso mórbido, pues no paraba de comer, pero ahí no radica su rareza… Este hombre, además de ser un conocido cleptómano (se sabe que robó un reloj perteneciente a Winston Churchill, del propio bolsillo del ex-primer ministro), y haber dado orden de matar a todos los leones del zoológico de la ciudad después de un sueño en el cual era atacado por estos felinos, también resultó ser el poseedor de ¡la colección más grande de pornografía, hasta la época! Definitivamente, no es en lo que el pueblo esperaría que su monarca se gastara el dinero, y mucho menos cuando su gobierno fue uno de los más fatídicos de Egipto.
7) Christian VII de Dinamarca
Este fue, si se quiere, uno de los más particulares, puesto que más allá de ideas delirantes u obsesiones con edificaciones o con amantes, eran sus excéntricas conductas las que hacían que su poca cordura fuese tan evidente… Entre otras cosas, este hombre solía lanzar comida a la cara de las personas durante los banquetes, abofetearlos sin ninguna razón aparente, y dar saltos de rana sobre todo aquel que le reverenciara. Pero nada supera su necesidad crónica ¡por masturbarse!, así es, este Rey en serio disfrutaba playing alone…
8) Henry VI de Inglaterra
Este podría ser el personaje más inocente de nuestro top, recibió el trono a los 9 meses de nacido y continuó siendo un bebé hasta que culminó su reinado, puesto que, no solo era incapaz de comprender las malas intenciones y tenía la maravillosa cualidad de perdonar hasta a sus enemigos, sino que también le resultaba increíblemente indecoroso estar en presencia de mujeres escasamente vestidas, incluyendo a su propia esposa…
Tampoco toleraba bañarse en completa desnudez, una de sus crisis más famosas fue la del verano de 1453, cuando por varios meses tuvieron que cuidar de él, tal cual bebé, pues había que vestirlo, bañarlo y alimentarlo; el Rey entró en un presunto estado de catatonia, encerrá en sí mismo por completo, incapaz de hablar, levantar la cabeza, o siquiera mover algún músculo de su cuerpo.
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