¡Qué pena! Sí, pobre de aquel pasajero que no pudo controlarse y terminó lanzándose un pedo en pleno vuelo, con un olor tan fuerte que, incluso, se vieron en la necesidad de desplegar las mascarillas de oxígeno.
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Un vuelo de Ryanair Madrid, Fuerteventura, se vio en la obligación de desplegar las mascarillas de oxígeno cuando se encontraban a punto de aterrizar en el destino, debido a la imprudencia de un pasajero, quien no supo o no pudo controlar sus intestinos.
Tanto fue que un total de once personas, entre pasajeros y tripulantes tuvieron que ser atendidos en el servicio médico de Fuerteventura por presentar mareos, dolor de cabeza, hemorragias y problemas de respiración. “Fue horroroso, pensé que me moría. La mascarilla de mi compañero no funcionaba y la tuvimos que compartir”, comentó uno de los afectados.
El avión, un Boeing 737, que había salido a las 16:30 desde el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid llevaba entre otros pasajeros a Julián Presmanes, asturiano, y culpable de los hechos, que ha querido defenderse: “Aguanté lo que pude. Había comido cocido y cachopo e iba a reventar”.
H/T – Haynoticia
