La próxima vez que degustes un vaso de cerveza belga, estarás experimentando una experiencia cultural. Esto debido a que la UNESCO incluyó a esta particular en la lista de “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.
Bélgica popular por su amplia variedad de cervezas, desde las extreme sour a las bitter, que se producen en casi cada ciudad del país. La historia de las cervezas belgas se remonta a los monjes medievales y se recoge en pinturas de Pieter Brueghel y en innumerables canciones desde entonces.
El líder regional de Bruselas, Rudi Vervoort, señaló que la cerveza “ha sido parte de nuestra sociedad desde tiempo inmemoriales”.
“Las comunidades usan la cerveza para cocinar, para elaborar productos como queso amasado con cerveza, se la marida con los alimentos”, dijo la agencia de la ONU en un comunicado, aclarando que el galardón no se otorgaba por el mero hecho de ser una bebida alcohólica.
Sven Gatz, expresidente de la Federación de Cerveceros Belgas y ahora ministro de Cultura de Flandes, comparó el reconocimiento con ganar el Mundial de fútbol.
“Amamos nuestra cerveza y apreciamos su interminable diversidad, algo que no tiene igual en el mundo”, dijo Gatz. “En Bélgica, la cerveza no tiene nada que envidiarle al vino u otras bebidas en cuanto a calidad y diversidad”.
El país ya venía celebrando desde hace meses con temas relacionados con las cervezas. Recientemente la cervecera Brugse Zot, construyó un “cervezoducto” desde el centro medieval de Brujas a una embotelladora en las afueras por razones ambientales y arquitectónicas.
H/T – El Impulso