ESCUCHA ESTE ARTÍCULO EN AUDIO
|
Uno de los especímenes de las aves destaca por un apéndice óseo móvil en la punta de su mandíbula inferior, cuya función estaría relacionada con la búsqueda de presas.
Mira también: Descubren que las plantas se comunican a través de señales eléctricas
Los restos fosilizados de seis aves que vivieron junto a los dinosaurios terrestres durante el Cretácico, hace unos 120 millones de años, fueron desenterrados el año pasado en el rico yacimiento paleontológico de Changma, en la provincia china de Gansu.
Cuatro de los esqueletos, que se hallaban incompletos y aplastados dificultando su análisis, pertenecen a especies ya conocidas, mientras que los dos restantes fueron identificados como representantes de especies y géneros desconocidos hasta ahora por los científicos. Los descubridores les otorgaron los nombres de ‘Meemannavis ductrix’ y ‘Brevidentavis zhangi’.
A diferencia de la primera ave, que tenía un pico desdentado, la segunda contaba con unos pequeños y apretados dientes, tal y como indica su propio nombre, ‘Brevidentavis’, que significa ‘pájaro de dientes cortos’. Asimismo, los investigadores hallaron en esta especie un raro detalle anatómico: un pequeño hueso móvil con nervios en la parte delantera de su mandíbula inferior.
El científico que lideró al equipo descubridor, Jingmai O’Connor, del Museo Field de Historia Natural de Chicago, apuntó que la función de este apéndice óseo podría estar relacionada con la búsqueda de alimento. «Podría haberles ayudado a detectar presas», dijo, agregando estos animales tenían «pequeños picos con algún tipo de pinza móvil en la punta de sus mandíbulas frente a los dientes».
«Estos fósiles provienen de un sitio en China que ha producido fósiles de aves que son bastante similares a las aves modernas, pero ninguno de los fósiles de aves descritos hasta ahora tenía cráneos preservados con los cuerpos», destacó el coautor del estudio, Jerald Harris, de Universidad Tecnológica de Utah. «Estos nuevos especímenes con cráneo ayudan a llenar ese vacío en nuestro conocimiento de las aves de este sitio y de la evolución de las aves en su conjunto», valoró.
«Todas las aves son dinosaurios, pero no todos los dinosaurios son aves», sintetizó el equipo científico, haciendo referencia a un pequeño grupo de dinosaurios que evolucionó hasta convertirse en aves que coexistieron con otros dinosaurios durante 90 millones de años (finales del período Jurásico y todo el Cretácico). Los pájaros modernos son descendientes del grupo de aves que sobrevivieron a la extinción que acabó con el resto de los dinosaurios, mientras muchas aves prehistóricas también se extinguieron entonces, explican los expertos del Museo Field.
Asimismo, los investigadores subrayaron la importancia del yacimiento de Changma, donde se han realizado numerosos descubrimientos en materia de evolución aviar. Situado a poco más de cien kilómetros del extremo occidental de la Gran Muralla China, en el lugar se excavaron ya los fósiles de más de un centenar de especímenes de aves.
Entre otras especies, el estudio arroja también luz sobre el ave más común de este yacimiento, ‘Gansus’, del que al menos cuatro ejemplares han sido desenterrados hasta la fecha. Esta especie extinta se conoce desde 1981, cuando una pata fue hallada en el mismo lugar. Este descubrimiento fue seguido en 2003 y 2004 por el de varios otros fósiles más completos.
H/T – RT