El hallazgo de los fósiles indica que hubo un tiempo en que el hábitat de estos cocodrilos se extendía también por el sur de Europa, opinan los científicos.
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Los restos fósiles de dos reptiles de hace 6,2 millones de años fueron hallados en el yacimiento de Venta del Moro, en Valencia (España). Los científicos sugieren que los animales pertenecen al género ‘Crocodylus’, de origen africano, indicó a la agencia de noticias científicas SINC el paleontólogo Ángel Hernández Luján.
«Nuestras comparaciones indican que este material claramente no pertenece a los géneros ‘Diplocynodon’ –un género extinto de aligatoroideo, parecido a los caimanes actuales– o ‘Tomistoma’ –similar a los gaviales–, los únicos otros dos crocodilianos descritos hasta ahora para el Mioceno tardío europeo», dijo el investigador. Hernández asegura que, en cualquier caso, «la morfología de los restos de cocodrilo de Venta del Moro sí es congruente con el género ‘Crocodylus'». De este modo, se trata del primer hallazgo de un cocodrilo fósil en la península ibérica.
Los restos son demasiado fragmentados para determinar definitivamente la especie de los animales hallados, pero los científicos sugieren que pertenecen al ‘Crocodylus checchiae’, unos reptiles ya extintos cuyos restos habían sido identificados en Libia y Kenia.
El hallazgo de los restos de Venta del Moro, sumado a descubrimientos previos de fósiles de crocodilianos en varias regiones de Italia, indica que antiguamente estos reptiles se extendían también por el sur de Europa, y que podían cruzar el Mediterráneo gracias a sus capacidades natatorias, suponen Luján y sus colegas en un estudio publicado en la revista Journal of Paleontology.
«Todas las localidades europeas con crocodilianos del Mioceno tardío, incluido Venta del Moro, se encontraban en ese momento cerca de la costa norte del Mediterráneo y, por lo tanto, son fácilmente accesibles para ejemplares que se dispersaban por el agua de mar», señalan los autores.
En cuanto a la posible área de distribución de los cocodrilos en España, el investigador opina que «lo más seguro es que habrían habitado también las costas de Murcia y Andalucía, aunque no podemos descartar que también se hubiera dispersado por el litoral de Cataluña e Islas Baleares».
H/T – RT
