Las mujeres nunca dieron su consentimiento a que el médico las inseminara con su propio semen: las mintió diciendo que procedía de médicos residentes de su clínica.
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El doctor Donald Cline era un reconocido médico experto en fertilidad que desarrolló casi toda su carrera en Indiana, en el norte de Estados Unidos, a partir de 1979. Aunque ya tiene 80 años, ha sido ahora cuando se ha destapado un secreto que había guardado durante décadas: inseminó a decenas de mujeres con su propio esperma sin su consentimiento.
La historia de algunos de sus hijos la ha contado The Atlantic. Heather Woock siempre había estado interesada en la genética, por lo que su padre le regaló un test de ADN para que ella conociera su procedencia. Los resultados revelaron que tenía parte de inglesa, escosa, irlandesa y escandinava, pero no pinchó en el botón que le permitía saber si otras personas compartían sus genes en la misma plataforma, Ancestry.com.
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Sin embargo, a ella sí la encontraron. Buscaron su perfil en Facebook y la contactaron: “Soy tu hermanastro”. Ella se lo dijo a su madre, que le instó a que no se preocupara. Pero después del primero llegaron más mensajes, más supuestos ‘medios hermanos’ hasta que, finalmente, alguien escribió la palabra mágica: Donald Cline.
En ese momento fue cuando su madre se puso en guardia: era el médico que le había hecho el tratamiento de fertilidad 33 años antes. Heather Woock se puso en contacto con sus hermanos a través del grupo de Facebook que habían creado para la ocasión y supo toda la verdad: tiene, al menos, 47 hermanos, aunque se sospecha que haya muchos más que, como le sucedía a ella, aún no lo sepan.
Donald Cline negó primero estas acusaciones, aunque finalmente las ha reconocido. Primero aseguró a sus pacientes que los donantes eran médicos residentes y que, como máximo, había usado su esperma en tres casos de éxito al hacer inseminaciones artificiales. Sin embargo, era mentira: siempre usó su propio semen.
Gracias a Ancestry.com y a otra compañía especializada en pruebas de ADN, 23andMe.com, han ido apareciendo decenas de hijos del médico. Seis de ellos consiguieron una primera reunión con su padre biológico donde les reconoció que usó su propio esperma, pero les dijo que los expedientes se habían perdido y que no sabía cuántos hijos tenía.
Le juzgaron por “obstrucción a la justicia” y le retiraron su licencia, aunque poco le importó: llevaba retirado desde 2009
En 2016 le llevaron a los tribunales: reconoció que había usado su esperma “nueve o diez veces”, pero sólo recibió una multa de 500 dólares por “obstrucción a la justicia” y le retiraron su licencia para ejercer la medicina, aunque poco le importó: llevaba retirado desde 2009. Ahora, algunos de sus hijos han decidido demandarle por la vía penal, por lo que se le abre un nuevo frente con el que no contaba.
La evolución de las pruebas de ADN ha conseguido demostrar que Cline engañó, al menos, a cincuenta mujeres, aunque se creen que puede haber centenares de casos más. Al menos, los 48 hijos reconocidos del doctor de la fertilidad ya saben la verdad sobre su pasado y celebran reuniones periódicas para estar en contacto. Son la otra familia que nunca imaginaron tener.
H/T – Elconfidencial