A partir de un análisis multiespectral realizado por una cámara especial, se lograron captar capas ocultas que se encuentra debajo del cuadro de la Mona Lisa, pintado a principios del siglo XVI por Leonardo Da Vinci. Los detalles descubiertos sorprendieron a los especialistas, dado que tras un proceso de digitalización se reveló por primera vez el spolvero, una técnica de transferencia de dibujos en el retrato, como si fuera un «boceto».
Vea también: Hallan un dibujo que podría ser un bosquejo de La Mona Lisa desnuda
El encargado de llevar adelante las tareas que brindan una visión compleja de la pintura y cómo pudo haber sido creada, fue el científico Pascal Cotte, quien pasó una década analizando más de 1650 imágenes. De acuerdo al artículo publicado en Science Direct, a pedido del museo del Louvre (donde se encuentra el cuadro), se digitalizó el retrato con una cámara multiespectral de alta resolución de Lumiere Technology que produce imágenes de alta resolución de 13 filtros, incluidos 3 filtros IR con una alta relación señal/ ruido y una resolución espacial óptima.
Las imágenes se procesan con el método de amplificación de capas (LAM por sus siglas en ingles), que amplifica las señales débiles y así revela nuevos detalles, capturando la interacción entre la luz y la materia. El spolvero descubierto como técnica que fue utilizada para pintar el retrato prueba que se utilizó un dibujo preparatorio para pintar la Mona Lisa.
Según información del diario Express, el spolvero encontrado en las capas habría permitido al pintor renacentista italiano transferir un boceto a su lienzo de madera utilizando polvo de carbón. Las marcas, que sugieren que la pieza no fue completamente a mano alzada, también se habían descubierto en otras obras de Da Vinci.
Debajo de «La Gioconda» se encontraron marcas de spolvero a lo largo de la línea del cabello y la mano. Además, a la derecha de su frente, se descubrió lo que parecía ser la parte superior de una horquilla. «Esta horquilla en el cielo justo a la derecha de la cabeza de Mona Lisa no puede pertenecer al retrato de una persona porque en la ciudad de Florencia esta no era la moda en ese momento», aclaró Cotte.
«La gente tenía que vestirse de cierta forma para denotar su profesión y por la nobleza respetando los colores. No es posible que Mona Lisa tenga un cabello así, era imposible en la época en la ciudad de Florencia», explicó. El especialista afirmó que este tipo de horquilla se utilizaba más típicamente para una «mujer irreal como una diosa», como una alegoría de la justicia o la bondad, o en una pintura de la Virgen María.
La razón por la que en una de las capas aparece una horquilla marcada a mano alzada en carboncillo continuará siendo un misterio, aunque se cree que podría haber sido parte de otro proyecto. En este sentido, Cotte sospecha que dos trabajos anteriores podrían haber precedido a la Mona Lisa final expuesta en el museo.
Por otro lado, las marcas de spolvero a lo largo de la frente revelan que Da Vinci cambió la posición de la cabeza y la mano de la mujer. «Cambió la posición de la cabeza para que ella te mirara directamente, como una madre, y todo el mundo tiene una madre para que puedan compartir y sentir emociones mientras miran el retrato», detalló Cotte.
Respecto de los hallazgos, Cotte indicó: «Estos descubrimientos continúan aumentando el misterio de la creación del cuadro. Al final entendemos que es el trabajo de un ‘acto creativo’ muy largo, que abarca más de una década y en varias etapas. [Los hallazgos] probablemente cambiarán la forma en que la gente vea la Mona Lisa».
H/T – Lanacion