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La mujer fue sometida a una mastoidectomía que se realizó con una primitiva herramienta de sílex. Un análisis histológico demostró que sobrevivió a la operación.
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La primera evidencia conocida de una intervención quirúrgica de oído ha sido descubierta en un cráneo de mujer de 5.300 años de antigüedad hallado en un enterramiento en España, según un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad Valladolid publicado en la revista Scientific Reports.
El cráneo fue encontrado en 2018 entre los restos óseos de un centenar de individuos en un sepulcro megalítico conocido como el dolmen El Pendón, en la provincia de Burgos, que históricamente albergó prácticas rituales-funerarias.
Un análisis del cráneo de la mujer, cuya edad se estimó entre 35 y 50 años, es decir, muy avanzada para aquella época, reveló dos perforaciones bilaterales en ambos huesos mastoides. Este indicio apunta a que fue sometida a una mastoidectomía, esto es, una intervención para extirpar las celdillas mastoideas que se encuentran en los espacios huecos y llenos de aire ubicados por detrás del oído y que está destinada a eliminar infecciones del oído medio.
Según los investigadores, la mujer sobrevivió a la cirugía.
«El análisis histológico de superficie muestra que en la trepanación realizada de este cráneo se manifiestan signos de remodelado óseo, evidenciando así la supervivencia del individuo», señalan los científicos en un comunicado de la universidad.
Dada la cronología ‘premetalúrgica’ del sitio arqueológico, «esta intervención quirúrgica debió realizarse con un instrumento lítico», sugieren los investigadores, detallando que «varias piezas [de sílex] fueron depositadas como ajuar funerario u ofrendas rituales junto a los muertos».
«Este tipo de intervenciones, pese a su antigüedad (5.300 años), debieron haber sido realizadas por auténticos especialistas o personas con ciertos conocimientos anatómicos y/o experiencias terapéuticas acumuladas», explicaron las autoras principales del estudio, Cristina Tejedor Rodríguez y Sonia Díaz Navarro.
Las expertas atribuyen la herramienta utilizada por los cirujanos antiguos a una lámina de sílex hallada en la tumba «con huellas de haber cortado hueso y haber sido recalentada varias veces a entre 300 y 350 grados».
H/T – Actualidad