Un grupo de astrónomos ha logrado determinar la estructura tridimensional de la nube interestelar Musca, ubicada a unos 150 pársecs de la Tierra, es decir, casi 500 años luz.
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Este hallazgo ha captado mucho la atención debido a que no solo revela la verdadera estructura de esta nube interestelar, que difiere de las suposiciones anteriores al tener una forma más de tortilla que de aguja, sino que puede conducir a una mejor comprensión de la evolución de estos objetos astronómicos.
Esta reconstrucción de la forma de Musca ha sido un gran desafío para los investigadores, ya que las nubes interestelares únicamente se pueden observar como proyecciones bidimensionales en el cielo.
«La nube está vibrando, como una campana que suena después de haber sido golpeada», aclararon los investigadores.
Al analizar las frecuencias de estas ondas, los autores produjeron un modelo de la nube que muestra que Musca no es un filamento largo y delgado, como se pensaba, sino una vasta estructura en forma de tortilla.
A partir de la reconstrucción tridimensional, los autores pudieron determinar la densidad de la nube y observaron que, con su geometría ahora determinada, Musca puede usarse para probar modelos teóricos de nubes interestelares.
Este entendimiento, según Tritsis y Tassis, ayudará a los astrónomos a responder qué determina el número y el tipo de estrellas formadas en nuestra galaxia.
Además, el hallazgo es importante porque es «fundamental» para una mejor comprensión de los procesos que ocurren dentro de las nubes interestelares.
H/T – ElPaís