Científicos de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán (Irán) han aportado nuevas pruebas sobre la relación existente entre el consumo de bebidas calientes y el cáncer de esófago. Los investigadores descubrieron que las personas que ingieren bebidas a más de 60 grados centígrados aumentan el riesgo de padecer la enfermedad en un 90 %.
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Esta es la primera vez que una investigación logra determinar la temperatura de las bebidas que guardan relación con el cáncer de esófago. En el estudio participaron más de 50.000 personas de 40 a 75 años de edad que fueron analizadas durante aproximadamente una década en el país persa.
Tras el seguimiento, se identificaron 317 nuevos casos de este tipo de carcinoma asociados con el consumo diario de 700 mililitros de té a una temperatura superior a 60 grados, a diferencia de quienes lo bebían más frío.
“Muchas personas disfrutan tomando té, café u otras bebidas calientes. Sin embargo, según nuestro informe, beber té muy caliente puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago y, por lo tanto, es recomendable esperar hasta que las bebidas se enfríen antes de ingerirlas”, aseguró el director de la publicación Farhad Islami.
Al respecto, varios científicos sugieren que colocar 10 mililitros de leche fría en las bebidas calientes puede ayudar a prevenir la mortal enfermedad al reducir la temperatura. Para Andrew Sharrocks, profesor de la Universidad de Manchester, este hábito de algunas sociedades occidentales podría reflejarse en la menor incidencia que presentan de este tipo de cáncer, publica The Telegraph.
La Sociedad Americana contra el Cáncer establece que esta dolencia es más común en los hombres que en las mujeres. Además, ha precisado que el uso de cigarrillos, puros, pipas y tabaco de mascar, son otro factor de riesgo importante para desarrollar la enfermedad.
H/T – Lapagina