La ingesta excesiva y prolongada de bebidas que contienen alcohol puede generar daño en el hígado y el sistema circulatorio, pero también afectaría negativamente a nuestro sistema nervioso y puede producir atrofia cerebral.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports muestra por primera vez, en palabras de Maiken Nedegaard, codirectora del Centro para la Neuromedicina Translacional del Centro Médico de la Universidad de Rochester (EE. UU.) y directora de la investigación, que “dosis bajas de alcohol son potencialmente beneficiosas para el cerebro y mejoran su capacidad de eliminar la basura que se acumula”.
La investigación de Nedegaard y sus colegas hizo énfasis en el sistema glinfático, un mecanismo de limpieza de desechos –líquido y sustancias extracelulares– que fue descrito por el mismo equipo de científicos en 2012. Ellos demostraron entonces que el líquido cefalorraquídeo es el que se ocupa de expulsar compuestos nocivos como las proteínas beta-amiloides y tau (las principales sospechosas de causar del alzhéimer y otros tipos de demencia) del tejido cerebral.
Investigaciones posteriores señalan que el sistema glinfático se daña con los ataques y traumatismos y se fortalece mientras dormimos o hacemos ejercicio.
Los resultados de la nueva investigación dirigida por Nedegaard indican que la ingesta inmoderada de alcohol durante largos periodos de tiempo en ratones perjudica sus habilidades cognitivas e incrementa los niveles de inflamación en los astrocitos, un tipo de células nerviosas –diferentes a las neuronas– claves para que funcione correctamente el “sistema de recogida de basuras” en el cerebro mamífero. Pero los investigadores también comprobaron, para su sorpresa, que los ratones expuestos a dosis bajas –0,5 g/kg– presentaban menos inflamación en los astrocitos si se comparaban los marcadores moleculares con los congéneres “abstemios”. Además, el líquido cefalorraquídeo de los bebedores moderados era también más eficiente a la hora fluir por el tejido nervioso y expulsar los residuos.
De acuerdo con Nedergaard, el consumo de alcohol puede ser beneficioso en cantidades pequeñas, pero, a partir de un umbral, se disparan sus efectos nocivos en la salud.
H/T – MuyInteresante