Un estudio de expertos españoles constata que el consumo de lácteos se relaciona con la disminución de hasta un 20% de contraer cáncer colorrectal.
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Los científicos que han realizado el estudio creen razonable promover el consumo de lácteos. Los científicos que han realizado el estudio creen razonable promover el consumo de lácteos. ISTOCK
El consumo de leche y sus derivados se relaciona con la disminución de hasta un 20% del riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer colorrectal, según un estudio de expertos españoles publicado en la revista Advances in Nutrition.
Aunque la relación entre el menor riesgo de desarrollar ese tipo de cáncer y el consumo del lácteos se conoce, no estaba del todo claro la influencia de los diferentes tipos de lácteos (yogur, queso, leche fermentada) y las versiones de productos lácteos teniendo en cuenta su contenido en grasa.
Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn); de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili han analizado la influencia de los diferentes subtipos de lácteos.
Para ello revisaron la literatura científica existente sobre estudios epidemiológicos que hubieran evaluado la asociación entre consumo de lácteos y el riesgo de cáncer colorrectal.
Los investigadores han concluido que, «en comparación con un consumo bajo, el consumo más elevado de lácteos se asocia a una disminución del 20% del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal», señala un comunicado del Ciberobn.
Consumo de leche y queso
En el caso de la leche (entera, desnatada y semidesnatada), un consumo alto se asoció a «un 18% menos de riesgo de desarrollar este tipo de cáncer en cualquier de las localizaciones anatómicas, incluyendo el colon y el recto». Con el incremento de una ración del consumo de leche (equivalente a un vaso o 200 mililitros de leche) el riesgo de cáncer colorrectal disminuía un 10%.
El consumo de queso, por su parte, se relacionó con menos riesgo de desarrollar cáncer de colon proximal, agrega la nota. Sin embargo, no se detectó un incremento o disminución del riesgo de desarrollar este cáncer en relación con el consumo otros subtipos de lácteos, como el yogur o la leche fermentada.
Tampoco se observó que los lácteos con un mayor contenido en grasa, como la leche o el yogur enteros, se asociaran con un incremento del riesgo de sufrir cáncer colorrectal.
El calcio contenido en los lácteos es uno de los potenciales mecanismos sugeridos que explicarían este menor riesgo de sufrir ese cáncer y se ha sugerido que este elemento «podría ejercer efectos antitumorales mediante diferentes mecanismos».
Además, otros componentes naturalmente presentes en los lácteos como el ácido butírico, la lactoferrina, el ácido linoleico conjugado y la vitamina D en los lácteos fortificados también podrían tener un efecto protector.
También lácteos enteros
Aunque estos resultados muestran que la leche desnatada se asocia a un menor riesgo de cáncer colorrectal, los resultados no muestran un riesgo derivado del consumo de lácteos enteros.
Por lo tanto, «no hay motivo para desaconsejarlos. A pesar de que se necesitan más estudios en este ámbito, debido a los beneficios observados del consumo de los lácteos, parecería razonable promover el consumo de leche», según los expertos.
En 2016 hubo 1,7 millones de casos incidentes de cáncer de colon y recto, con más de 830000 muertos a nivel mundial y en los próximos 15 años se prevé que la prevalencia global se incremente un 60% y cause 1,1 millones de muertes.
H/T – Rtve