Un hallazgo podría dar nuevas pistas sobre la historia primordial del planeta Tierra, así como de su evolución y composición, afirman los científicos en un nuevo estudio.
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Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de California y publicado en AGU Journal Geochemistry, Geophysics, Geosystems señala que la Tierra podría ocultar en sus profundidades gigantescas masas de roca del tamaño de los continentes y de miles de millones de años de antigüedad. Este hallazgo, según los científicos, podría arrojar algo de luz sobre la historia primordial del planeta y del Sistema Solar temprano.
Los científicos subrayan que las antiguas masas de roca han permanecido aisladas desde antes de la colisión que creó la Luna hace 4.500 millones de años. Estas enormes anomalías rocosas subyacen cientos de kilómetros debajo de la corteza terrestre, ofreciendo una posibilidad para obtener más detalles sobre los bloques de construcción de nuestro planeta.
«Teníamos todas esas imágenes geofísicas del interior de la Tierra, pero no sabíamos cómo relacionarlas con la geoquímica en la superficie de la Tierra», diceCurtis Williams, geólogo de la Universidad de California y autor principal del estudio.
El estudio utilizó modelos especiales y revela que las antiguas regiones rocosas del tamaño de un continente rodean el núcleo externo líquido de la Tierra. Anteriormente, los científicos teorizaron que los continentes separados en el manto profundo provenían de placas oceánicas subducidas. Pero el nuevo estudio indica que estas regiones podrían haberse formado de un antiguo océano de magma que se solidificó durante el comienzo de la formación de la Tierra y podrían haber sobrevivido al impacto masivo que creó a la Luna.
Los científicos están sorprendidos de que estas regiones hayan sobrevivido la mayor parte de la historia volcánica de la Tierra, confirma el autor principal del estudio.
Siempre ha sido difícil estudiar estas provincias gigantes en el interior profundo de la Tierra, dado que existen muy por debajo de la superficie, a unos 2.900 kilómetros, cerca del límite del manto y el núcleo líquido externo del planeta.
H/T – Actualidad