Pretty Boy’ es un elefante de 25 años muy valiente y con mucha suerte, que llegó al Parque Nacional Mana Pools, en Zimbabue, buscando ayuda por el disparo que tenía en la cabeza y que pudo acabar con su vida.
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Le habían disparado en la cabeza centímetros más arriba de donde habría sido una herida mortal, y con una fractura en los huesos de sus senos paranasales, logró sobrevivir para caminar varias semanas hasta encontrar la ayuda que necesitaba.
Cuando los veterinarios del Fideicomiso de Investigación y Rehabilitación del Área de Animales y Vida Silvestre (AWARE, por sus siglas en inglés), una organización para la conservación de la vida silvestre en Zimbabwe, llegaron al Parque Nacional Mana Pools después de recibir información sobre el elefante herido, examinaron rápidamente el cráneo de ‘Pretty Boy’ debido a la gravedad de la herida.
«Se puso a disposición para ser examinado en media hora. Fue animal extremadamente suave y relajado, por lo que los veterinarios lograron ver bien lo que le hicieron, y se hizo evidente de inmediato que tenía un agujero en su frente», comentó AWARE en su cuenta de Facebook.
El elefante se tranquilizó y luego se le tomó una radiografía, que mostraba una bala deformada presente en el interior de su cabeza.
«Las balas suelen ser estériles cuando penetran en el tejido, ya que generan mucho calor, por lo que si no alcanzan una estructura vital, a menudo se las puede dejar», comentó la doctora Lisa Marabini, directora de AWARE.
Y ese fue el caso de ‘Pretty Boy’, cuya herida en la cabeza estaba infectada por lo que «era esencial eliminar las piezas muertas de hueso para que el cuerpo pudiera continuar curando la infección», agregó Marabini.
Los veterinarios creyeron que el autor del disparo también intentó matar a ‘Pretty Boy’ apuntando a su corazón, pues este tenía una herida de bala en uno de sus hombros.
«Creemos que recibió un disparo fuera del parque y entró al parque en busca de refugio. Si fue un cazador furtivo o una cacería que salió mal, solo podemos especular», agregó la doctora.
Pero la suerte de ‘Pretty Boy’ no es reciente, también se remonta al pasado tal como lo demuestra una cicatriz vieja cerca de la columna vertebral. Un cazador profesional habría usado una bala más apropiada.
Una vez que se limpió la herida en la cabeza, Pretty Boy recibió antibióticos y parasiticidas de larga duración. Al despertar del sedante, estuvo lo suficientemente contento y tranquilo como para simplemente echar una siesta contra un árbol.
«Al día siguiente se sentía mucho más feliz y muy relajado. Su progreso será supervisado por los operadores turísticos en el área y, si es necesario, se realizará un tratamiento de seguimiento», se lee en la publicación de AWARE.
Ahora, este gigante gentil deambula por los terrenos del Parque Nacional Mana Pools, mostrándose agradecido con los veterinarios que lo ayudaron y que controlan su recuperación.
H/T – Cactus24