Con un poco de paciencia y sombreando con lápiz, más tarde se reveló un mensaje que ocultaba la botella.
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Una trabajadora del servicio de parques y vida silvestre de Tasmania encontró en una orilla de la isla de Macquarie, administrada por Australia, una botella con un mensaje dentro. Sin embargo, al desenrollar el trozo de papel, lo único que vio Stella fue una hoja en blanco.
Con un poco de paciencia y sombreando con lápiz, más tarde se reveló un mensaje. El autor había escrito que era de Polonia y que había lanzado la botella con su carta secreta al mar el 6 de abril de 2015, cuando estaba de viaje a la isla Bouvet, situada entre la Antártida y Sudáfrica, y perteneciente a Noruega, indica RT.
«Si encuentras este mensaje, mándame un correo electrónico», escribió. No obstante, el correo resultó ser más complicado para descifrar, ya que solo era claramente visible la primera parte, «JUDBAS», mientras que el resto tras la arroba ya no se veía.
En abril de 2015 por la isla Bouvet de verdad pasó un crucero polar, pero quién escribió aquel mensaje, lo encorchó en una botella y lanzó al Atlántico sigue siendo un misterio.
H/T – Elimparcial
