La primera y única mujer que se sentó en el trono de China como emperatriz se llamó Wu Zetian (624-705 d.C.), se dice que era increíblemente bella y muy inteligente, sin embargo, también era conocida por su crueldad y su ambición; pues se dice que a través de favores sexuales llegó a la posición que ocupó, tras haber quitado el trono a los dos hijos de su esposo, luego del fallecimiento del mismo, y de la que fue derogada tras un golpe de estado que ni las amenazas, matanzas o torturas a las que sometía a sus detractores, lograron detener.
Mucho de dice de ella, algunos aseguran que fue una predecesora del feminismo en este país, pues promovió la escolarización, y realizó muchas campañas y labores dirigidas a promover el status de la mujer, oponiéndose al tradicionalismo imperante en la época; y por supuesto, uno de los temas que da más de qué hablar, es su activa y dinámica vida sexual, ya que fue conocida por auspiciar orgías en la corte y por un muy particular decreto que estuvo vigente por los 20 y tantos años de su gobierno…
Resulta que la emperatriz de 65 años, cuando ascendió al poder, decretó que cualquier dignatario visitante debía rendirle sus respetos mediante un cunnilinguis, si, la mandataria exigía a sus visitantes importantes que le hicieran sexo oral.
Sin embargo, esta gobernante ávida de placer fue obligada a abdicar y el legítimo heredero, Zhongzong (su hijo con el difunto emperador), subió al trono aboliendo así esta descabellada ley meses antes de la muerte de Wu Zetain, con 80 años de edad.
H/T – SexologiaFemenina