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Mediante un dispositivo portátil adherido al cuello humano, los expertos hicieron pasar una corriente eléctrica por el nervio vago y lograron incentivar la actividad cerebral y eliminar la fatiga.
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Un grupo de investigadores estadounidenses del Laboratorio de la Fuerza Aérea y de Infoscitex, empresa proveedora del Departamento de Defensa, propuso un inusual método para luchar contra la fatiga y preservar la capacidad de trabajo mediante un dispositivo portátil. Los pormenores de sus indagaciones fueron publicados este jueves en la revista Communications Biology, y son citados por el portal Technology Networks.
Se trata de un dispositivo de estimulación eléctrica cerebral no invasiva que se aplica al locus cerúleo, área del tronco encefálico en la que se genera la norepinefrina, la hormona de la vigilia. Así, los expertos adhirieron terminales del aparato gammaCore Sapphire al cuello de sus pacientes, haciendo pasar una corriente eléctrica hacia el nervio vago, para incentivar la actividad cerebral y eliminar el cansancio. A diferencia de otros métodos, la estimulación del nervio vago cervical (VNS, por sus siglas en inglés) puede ser autoadministrada y solo requiere seis minutos.
¿Cómo se efectuó el experimento?
Para comprobar la eficacia del VNS, los especialistas estudiaron a 40 voluntarios, todos ellos integrantes del personal de la Fuerza Aérea estadounidense, que permanecieron despiertos 34 horas en total. Al pasar las primeras 12, a algunos les colocaron el dispositivo para animar su nervio vago, mientras que al resto les pusieron un aparato que fungió de placebo y que vibraba y chasqueaba como el real. Luego, todos tuvieron que cumplir cuatro tareas cognitivas para evaluar su estado de alerta.
Los resultados de los primeros dos cometidos indicaron que el VNS no tuvo efectos significativos. Sin embargo, las personas que sí fueron sometidas a rondas de estimulación cumplieron las tareas restantes mucho mejor que los otros. Además, los ‘incentivados’ reportaron menores niveles de fatiga. En general, los científicos lograron mantenerlos en guardia a lo largo de 19 horas.
De momento, todavía es temprano para intentar la implementación de tal método a escala masiva: se precisa que los datos obtenidos tienen que ser confirmados por otros laboratorios y con grupos más diversos en términos de sexo y edad.
H/T – RT