Científicos que llevaron a cabo una investigación en el lugar donde se encuentra la presunta tumba de Jesús, confirmaron que los romanos construyeron el monumento tres siglos después de su muerte.
Mira también: Sorprendente hallazgo en la tumba de Cristo tras 500 años cerrada
Aunque el estudio no revela ninguna evidencia de si Jesús está o no enterrado en ese sitio de Jerusalén, lo cierto es que ratifica la histórica creencia de que los romanos construyeron el monumento 300 años después de su muerte.
El estudio hizo historia, pues se trata de la primera vez que se realiza este tipo de investigación en el sitio, localizado en lo que hoy es la Iglesia del Santo Sepulcro, al interior de un santuario construido años después.
La prueba realizada se hizo en el marco de los nuevos trabajos de restauración del monumento, por lo que el lugar donde se cree que Jesús fue enterrado fue abierto por primera vez en más de 500 años.
La coordinadora y jefe científica de los trabajos de restauración, Antonia Moropoulou, señaló que los resultados de la prueba concuerdan con la creencia histórica de que los romanos construyeron el monumento en la era de Constantino el Grande, alrededor del año 326 de nuestra era.
«Es un hallazgo muy importante pues confirma que fue Constantino el Grande, como lo afirman las evidencias históricas, el responsable de haber cubierto el lecho de roca del sepulcro de Cristo con las losas de mármol del santuario», afirmó Moropoulou, especialista en preservación de la Universidad Técnica Nacional de Atenas.
La datación del mortero muestra la continuidad histórica del lugar, desde la era bizantina, pasando por la Cruzadas y el periodo de antes y después del Renacimiento.
Actualmente, la Iglesia del Sagrado Sepulcro alberga el santuario y el presunto punto cercano donde se crucificó a Jesús, considerados ambos los sitios más sagrados de la cristiandad.
Comparten la custodia del sagrado lugar instituciones representativas de los griegos ortodoxos, los armenios y los católicos romanos, por lo que a causa de sus disputas tuvieron que aplazarse durante décadas los trabajos de restauración que permitieron hacer este estudio.
H/T – Informe21