Fresbee, una foca infortunada, es la protagonista de una sensible historia, que te hará cuidar el océano y todo el ambiente, pues la basura que es arrojada a diario a los mares es la responsable de casos como éste, donde el animal tuvo que vivir con un plato volador en el cuello.
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Aunque quizá no lo creas, los animales sufren las consecuencias de la contaminación, y una prueba de esto es esta pobre foca que tuvo que vivir con un platillo volador incrustado a su cuello por un largo tiempo y que, evidentemente le trajo consecuencias. Esto, debido a la basura que abunda desmedidamente en los océanos.
Hoy día, afortunadamente, Fresbee se encuentra en buen estado y ha regresado a las aguas oceánicas para ser libre.
Según los medios de comunicación, Frisbee era una foca del océano Atlántico, la cual desde muy pequeña quedó atrapada en un platillo volador de plástico en su cuello, mismo del que por mucho tiempo no se pudo deshacer, lo que le provocó que sufriera daños terribles.
Este es uno de los grandes problemas a los que suelen enfrentarse animales marinos, que en ocasiones pueden quedar atrapados en los plásticos contaminantes de las aguas oceánicas, como le pasó a la foca Frisbee.
La foca vivió por mucho tiempo con este daño, hasta que un día de suerte Frisbee fue rescatada por un grupo de trabajadores de la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (RSPCA) de Reino Unido, los cuales notaron de inmediato el daño que esta presentaba.
Los trabajadores de RSPCA se quedaron impresionados cuando vieron el cuello de Frisbee, el cual se encontraba en pésimas condiciones, debido a que el platillo volador había causado severas heridas, lo que le impedía alimentarse con normalidad.
Al ver esto, los empleados de RSPCA mencionaron este tipo de daños es causado por los seres humanos, pues antes de tirar la basura no nos detenemos a pensar en los daños que le podríamos causar a los animales del océano y al resto de la fauna, los cuales suelen ser tan indefensos que no son capaces de liberarse tan fácilmente de algunos objetos o plásticos, como en el caso de Fresbee.
Fresbee es una hembra adulta que una vez que fue rescatada por RSPCA la llamaron de esta manera, e internada en el Centro de vida salvaje de East Winch, Inglaterra, en donde fue sometida a un programa de rehabilitación de 5 meses, en los cuales dio un gran cambio pues su peso pasó de 67 kilogramos a 180 kilogramos.
Los rescatistas quedaron muy impresionados cuando vieron que Fresbee había mejorado en tan poco tiempo, sobre todo en su cuello donde el daño era mayor, y debido a los cuidados de los especialistas su mejora fue posible, tanto que decidieron regresarla al océano para que pudiera seguir disfrutando de su hábitat natural.
H/T – El Tabloide