Cuando Kelly Lund, de Denver, Colorado, trajo a Loki, una mezcla de husky ártico con lobo malamute, durante una tormenta de nieve en 2012, supo que había traído un perro especial a su familia.
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No es extraño que las grandes razas crezcan en una familia que se tomó en serio el hecho de ser amo de un perro, pero Lund se dio cuenta de que Loki era diferente. Lund «en vez de entrar en mi mundo, me sentí como si tuviera que escuchar de cerca y entrar en su mundo y saber si esto iba a funcionar. En ese momento, decidí que iba a hacer todo lo posible para no dejarlo solo en la casa».
Así fue como se inició un viaje que llevó a Loki a visitar la mayor parte del oeste de Estados Unidos por su primer cumpleaños.
A continuación las imágenes de los lugares que han visitado Lund y Loki, donde se puede observar el amor que se tienen el perro y su amo.
HT – Tiphero
