Un estudio sugiere que estos homínidos no solo escaparon de la erupción, sino que subieron a propósito hacia el respiradero del volcán.

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El volcán Roccamonfina, situado en la región italiana de la Campania, es famoso por el hecho de que la lava congelada en sus laderas ha preservado las huellas de homínidos de hace entre 325.000 y 385.000 años. Estas son las huellas más antiguas conocidas que dejaron nuestros antepasados ​​en el continente europeo. Los lugareños las llamaron “huellas del diablo”, porque, según creen, solo el diablo podía caminar sobre la lava caliente.

Los arqueólogos han estado estudiando las laderas del volcán desde 2001. Durante este tiempo, encontraron múltiples huellas, así como algunas herramientas. Pero un estudio reciente, publicado en la revista Journal of Quaternary Science, ha proporcionado nuevos datos sobre la vida de los primeros homínidos en Europa en el Pleistoceno.

Los científicos italianos han descubierto nuevas huellas fosilizadas que no se dirigen de arriba a abajo, como todas las registradas anteriormente, sino de abajo hacia arriba. Esto significa que los seres que habitaban la zona no solo escaparon de la erupción, sino que subieron a propósito hacia el respiradero del volcán en actividad.

Teniendo en cuenta la edad de las rocas volcánicas en las que fueron encontradas la huellas, los investigadores creen fueron dejadas por los primeros homínidos, probablemente neandertales, conocidos por habitar la península italiana en aquel momento.

Estas rocas fueron inicialmente un flujo piroclástico, una mezcla de gases volcánicos calientes, fragmentos de cenizas y lava, formados durante una erupción volcánica. La velocidad de dicho flujo puede alcanzar los 200 metros por segundo, y la temperatura, cientos de grados centígrados.

El análisis de las huellas permitió a los expertos concluir que al menos cinco neandertales caminaron en el área de estudio. La naturaleza de las huellas indica que no corrieron, sino que caminaron tranquila y mesuradamente.

De esta manera, los homínidos caminaron en esta zona cuando la corriente se había enfriado lo suficiente, incluso antes de que finalmente se endureciera. Todo esto, según el estudio, indica que el volcán activo era un lugar importante para los neandertales que habitaban la región, y que subían al mismo con algún propósito específico.

H/T – Poresto